Adicciones conductuales
Una persona que no puede dejar de consumir una determinada droga o sustancia química tiene una dependencia. Pero el término de adicción no sólo se refiere a la dependencia de sustancias como la heroína, la cocaína, las benzodiacepinas o el alcohol. Algunas adicciones también implican la incapacidad de dejar de participar en actividades como el juego de apuestas, la comida, o el trabajo. Son las llamadas adicciones conductuales.
A diferencia de la adicción a sustancias o al alcohol, las adicciones conductuales no implican ninguna sustancia química externa de la que la persona se vuelva físicamente dependiente. Sin embargo, la persona con adicción conductual – también conocida como trastorno del control de los impulsos – tiene una compulsión a participar en comportamientos específicos a pesar de las posibles consecuencias negativas para su bienestar (físico, emocional, social, financiero, etc.).
Aunque no hay una dependencia a sustancias, los efectos en el sistema de recompensa del cerebro son similares a los causados por una adicción a la bebida o a las drogas, y el impacto en la persona puede ser igualmente destructivo.
Trastorno de adicción a Internet
Se define como el uso problemático y compulsivo de Internet, que provoca un deterioro significativo en el funcionamiento de un individuo en varios ámbitos de la vida durante un período prolongado de tiempo. Los jóvenes corren un riesgo especial de desarrollar un trastorno de adicción a Internet.

¡No dejes que la adicción a la tecnología te posea! Las redes sociales deben mejorar tu vida, no CONVERTIRSE en tu vida…
¿Juega en exceso a los videojuegos en línea? ¿Compra compulsivamente en Internet? ¿No puede dejar de consultar Instagram? El uso excesivo del móvil o del ordenador ¿interfiere en su vida diaria?
Si ha respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, es posible que sufra un Trastorno de Adicción a Internet, también conocido como uso problemático de Internet o uso patológico de Internet.
Tratamiento de la adicción a Internet
En la mayoría de los casos, las personas que sufren adicción a Internet no sienten la necesidad de seguir un tratamiento. Por eso, el primer paso es reconocer el problema. Si uno no cree que tiene un problema, es probable que no busque tratamiento.
¡Las personas que buscan ayuda profesional pueden mejorar su calidad de vida!
Dianova puede ayudarle a superar la adicción a Internet ofreciéndole un programa de tratamiento especializado con:
- Una atención cualificada y personalizada por un equipo de profesionales que incluye: médico de cabecera, psiquiatra y psicólogo
- Una intervención coordinada e integral a través de una perspectiva multidisciplinar en todas las áreas del problema de adicción.
Las intervenciones se centran en el manejo de los impulsos a través de la terapia individual y grupal. Esto puede ayudar a mejorar la autoestima y a gestionar las emociones. Nuestro programa de tratamiento también incluye herramientas de prevención de recaídas, así como métodos para potenciar tus recursos y capacidades internas. Para los clientes internacionales, la intervención se realiza en inglés.
Más sobre el trastorno de adicción a Internet
Las tecnologías e Internet forman ya parte de nuestra vida cotidiana, en casa o en el trabajo. En esencia, es por eso que el uso problemático de Internet es preocupante. Es difícil vivir hoy en día sin Internet. Siempre estamos rodeados por Internet y, para la mayoría de nosotros, lo utilizamos a diario.
Pero seamos claros: no por usar mucho Internet (ver vídeos en YouTube, comprar en línea con regularidad o consultar las redes sociales) significa que se sufra un trastorno de adicción a Internet. Sin embargo, cuando estas actividades empiezan a interferir en tu vida diaria, ¡aquí vienen los problemas!
La adicción a Internet puede incluir:
- Juegos de azar en línea.
- Juegos en línea.
- Redes sociales.
- Correo electrónico.
- Bloguear.
- Compras en línea.
- Uso inapropiado de la pornografía.
¿Cuáles son los síntomas de la adicción a Internet?
Los síntomas o signos de este trastorno pueden presentarse en manifestaciones tanto físicas como psicológicas que pueden tener un impacto negativo en las:
- Rutinas diarias (aburrimiento con las tareas rutinarias).
- El rendimiento laboral (procrastinación).
- Relaciones familiares (aislamiento, cambios de humor, deshonestidad).
- Salud mental (depresión, ansiedad).
- Salud física (dolor de espalda, insomnio, mala higiene y nutrición, aumento o pérdida de peso).
- Emociones (sentimientos de culpa, miedo, soledad).
- Finanzas (juego o compras compulsivas).
¿Cómo se diagnostica?
No existe un diagnóstico estandarizado del Trastorno de Adicción a Internet, sin embargo, basándose en una evaluación diagnóstica aceptada, una persona puede tener este trastorno si:
- Está preocupada por Internet (piensa constantemente en su uso pasado o futuro).
- Necesita utilizar Internet una cantidad de tiempo cada vez mayor para obtener satisfacción.
- Ha hecho esfuerzos infructuosos para reducir o dejar de usar Internet.
- Están inquietos, de mal humor, deprimidos o irritables cuando intentan controlar el uso de Internet.
- Han permanecido en Internet más tiempo del previsto inicialmente.
Además, debe darse una de las siguientes circunstancias:
- Haber puesto en peligro o perdido una relación significativa, un trabajo, una oportunidad educativa o profesional a causa de Internet.
- Haber mentido a los miembros de la familia, a los terapeutas o a otras personas para ocultar su participación en Internet.
- Haber utilizado Internet como forma de escapar de los problemas o para aliviar un estado de ánimo disfórico (por ejemplo, culpa, ansiedad, depresión, impotencia).