Inyección supervisada: Insite permanece abierto

Site d'injection supervisée Insite

La Corte suprema de Canadá fallo por unanimidad el 26 de septiembre a favor del mantenimiento de la exoneración legal otorgada a la clínica Insite, en Vancouver, donde proporciona la inyección supervisada. A partir de ahora, los usuarios de drogas por vía intravenosa (UDI) del barrio desfavorecido de Downtown Eastsite podrán seguir inyectándose sus propias drogas de forma segura, con material estéril, sin temor a la intervención de la policía.

La evidencia científica

Desde su creación en 2003, el sitio de inyección supervisada Insite opera gracias a una exoneración a la ley canadiense sobre las drogas y otras sustancias, que prohíbe la posesión de drogas. Esta exoneración fue otorgada al centro bajo la condición que su impacto en materia de salud pública fuese evaluado de forma rigurosa.

De hecho, esta condición se cumplió al pie de la letra: desde su apertura, Insite ha sido el objeto de una treintena de estudios publicados en una docena de revistas científicas, las cuales todas destacaron resultados muy concluyentes, en particular con respecto a la disminución en el intercambio de agujas, y a la inyección en la vía pública, así como al aumento del uso de los servicios de desintoxicación y de tratamiento de las adicciones (1)

Insite logoAdemás, un análisis de costo/beneficio de la clínica, publicado en el diario de la Asociación Médica Canadiense, señala que el centro Insite ha permitido ahorrar 18 millones de dólares y ganar 1175 años de vida en diez años. Otro análisis de costo/beneficio, publicado en el Diario Internacional de Políticas de Drogas en 2010, señaló que el centro permitía evitar tres muertes en relación con el VIH cada año y 35 casos de contaminación al VIH, es decir un beneficio para la sociedad de aproximadamente 6 millones de dólares (2).

Por último, y para concluir con la evaluación, otro estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet, en 2011, demostró que el número de muertes por sobredosis en el barrio se había reducido en un 35%, una cifra muy por encima del descenso de 9% registrado en promedio en las otras aéreas de Vancouver (3)

«Un suicidio patrocinado por el gobierno» (¡!)

Mientras que el proyecto Insite cuenta con un  fuerte apoyo a nivel local y nacional (4), el centro no ha dejado nunca de atraer críticas desde su apertura, incluyendo las de la administración Bush que no ha dudado en calificar a Insite de «un suicidio patrocinado por el gobierno». Por otra parte, desde su elección en 2006, el gobierno conservador ha manifestado reiteradamente su oposición a la cínica de inyección supervisada: por ejemplo, el primer ministro Stephen Harper no dudó en opinar, un tanto demagógicamente: «No vamos a seguir utilizando el dinero de los contribuyentes para financiar el consumo de drogas».

En resumen, nunca estarán de acuerdo los partidarios de un enfoque pragmático de la gestión de los usuarios de drogas por inyección y el de los seguidores de una línea dura, conservadora y moralista. Cuando el ministro Clement anunció su intención de no renovar la exoneración legal concedida al proyecto, Insite recurrió a los tribunales, hasta la instancia más alta del país. Finalmente, la Corte Suprema de Canadá falló, forzando el ministro Clement a conceder a Insite la exoneración legal necesaria para su funcionamiento.

la clínica “Insite” en VancouverLos usuarios deben ser atendidos, no castigados

El enfoque moralista del gobierno conservador ha sido refutado por la decisión unánime de los nueve jueces de la Corte. Es cierto que, dada la avalancha de evidencia científica en apoyo al proyecto Insite, parecía difícil hacer menos. Sin embargo, con la proximidad de nuestro gran vecino americano y de su política de «guerra a las drogas», era difícil obtener este resultado. El sentido común ha finalmente prevalecido, y eso es bueno.

Los usuarios de drogas deben ser atendidos y acompañados en lugar de ser castigados. Cuando no quieren, o no pueden dejar de consumir drogas, deben tener los medios para hacerlo de manera segura, donde puedan beneficiar de una supervisión médica y psicológica adecuada, con un acceso a los servicios de tratamiento. Los sitios de inyección supervisada, son solo una pequeña intervención dentro del conjunto de herramientas para la prevención y para el tratamiento validadas por la ciencia. Todas tienen su propósito y su utilidad.

En conclusión, esperamos que la decisión de la Corte Suprema de Canadá abra el camino para otros proyectos de sitios de inyección supervisada en Canadá y, porque no, en otros países. La prevención, el tratamiento de las adicciones y el seguimiento de los usuarios de drogas requieren una variedad de herramientas y enfoques que van más allá de la posición moralista del «No a las drogas». Para esto requiere valentía y coraje político.

Ubicado en el 139 East Hastings Street, en el barrio desfavorecido de Downtown Eastside, en Vancouver (Columbia Británica), Insite es la única instalación de inyección supervisada legal en América del Norte. Insite se ocupa principalmente de ofrecer  un entorno seguro para la inyección de drogas (heroína, cocaína o morfina), sin proporcionar ningún tipo de droga a los usuarios. El centro cuenta con un personal médico cuya función es facilitar/dar servicios de salud mental, de seguimiento y de tratamiento de las adicciones; además, el personal atiende en primeros auxilios en el caso de herida o de sobredosis. En 2009, el centro ha registrado un promedio de 702 visitas por día, con 5477 usuarios únicos y 484 casos de sobredosis han sido atendidos con éxito. (Fuente Wikipedia – English version)

(1)

  • Methodology for evaluating Insite: Canada’s first medically supervised safer injection facility for injection drug users.
  • Wood E, Kerr T, Small W, et al. (September 2004). «Changes in public order after the opening of a medically supervised safer injecting facility for illicit injection drug users»
  • Wood E, Tyndall MW, Zhang R, Montaner JS, Kerr T (June 2007). «Rate of detoxification service use and its impact among a cohort of supervised injecting facility users». Addiction 102 (6): 916–9.

(2)

  • Bayoumi AM, Zaric GS (November 2008). «The cost-effectiveness of Vancouver’s supervised injection facility». CMAJ 179 (11): 1143–51.
  • Andresen MA, Boyd N (January 2010). «A cost-benefit and cost-effectiveness analysis of Vancouver’s supervised injection facility». The International Journal on Drug Policy 21 (1): 70 – 6

(3)

  • Marshall BDL, Milloy M-J, Wood E, Montaner JSG, Kerr T. «Reduction in overdose mortality after the opening of North America’s first medically supervised safer injecting facility: a retrospective population-based study». The Lancet

(4)

  • Ver el informe final del comité consultativo de expertos, preparado por el Sr. Tony Clement, Ministro de la Salud (versión en francés y inglés)