‘El multilateralismo es la única opción’

Frente a la crisis de Covid-19, así como a otras amenazas mundiales, el multilateralismo es un recurso para la vulnerabilidad de los Estados

El multilateralismo cuenta

Las organizaciones multilaterales necesitan ser apoyadas para salir fortalecidas de la crisis actual y dar respuestas prácticas a los otros problemas mundiales – foto: Alliance for Multilateralism

Por María Victoria Espada – Desde el año pasado, el Día del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz se celebra el 24 de abril. Este día sirve para promover y apoyar el desarrollo sostenible, los derechos humanos, y la paz y la seguridad, que son los tres pilares fundamentales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, sirve para comunicar, defender y relanzar el multilateralismo y la cooperación internacional, valores intrínsecos de la Carta de las Naciones Unidas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

En relaciones internacionales, el término multilateralismo hace referencia a la actividad conjunta de varios países sobre temas de interés común. Es una forma de toma de decisiones donde el consenso y la negociación entre las partes integrantes son esenciales. Los principales organismos multilaterales se crearon después de la Segunda Guerra Mundial con el fin de garantizar la estabilidad y la paz mundiales y evitar, así, los errores del pasado derivados, en parte, de acciones unilaterales. Sin duda, la ONU es el organismo multilateral más conocido a nivel mundial.

En la era de la globalización que actualmente vivimos, asuntos como el cambio climático, las tensiones geopolíticas, los conflictos militares, los desafíos impuestos por las nuevas tecnologías, la protección de los derechos humanos, las crisis humanitarias y migratorias, la desigualdad y la discriminación, el terrorismo, el crimen transnacional organizado, el problema de las drogas y las crisis sanitarias mundiales, entre muchos otros más, son cuestiones transversales a los países que requieren atención y acción colectiva.

Tal y como se ha puesto de manifiesto en estos días con la pandemia del COVID-19, las estrategias nacionales independientes resultan ineficaces para combatirla y solo actuando colectivamente los países pueden cosechar mayores ganancias.

Otro ejemplo fruto de la colaboración interinstitucional, seguido de cerca por Dianova y muy celebrado, fue la adopción en 2018 de la posición común de la ONU en materia de drogas que permitió consensuar opiniones entre las distintas organizaciones y hablar con una sola voz. Es evidente entonces, que, para tratar los problemas globalmente, se necesitan respuestas, soluciones y acciones fruto de la solidaridad y la cooperación internacional. El multilateralismo es la única opción, y la mejor sin duda, para contrarrestar las amenazas mundiales.

 

Sin embargo, desde hace algunos años el multilateralismo está atravesando una etapa de crisis y se enfrenta simultáneamente a desafíos y cambios. Por un lado, desafíos como la divergencia de intereses y posiciones dentro del sistema internacional, la regionalización del sistema, los bilateralismos y nacionalismos, el proteccionismo y la xenofobia, las retóricas populistas y los extremismos, y los conflictos no resueltos reducen aún más el papel limitado de las organizaciones multilaterales para contrarrestarlos. Por otro, la reconfiguración de las fuerzas militares, el peso que los diferentes países van adquiriendo con la recomposición de la economía mundial, así como la prioridad de lo nacional frente a lo internacional, introducen cambios en el delicado equilibrio mundial que ponen en peligro la paz y la seguridad comunes e impiden un desarrollo sostenible.

Por esas razones, hoy más que nunca la cooperación internacional resulta indispensable. Las organizaciones multilaterales necesitan ser apoyadas para salir fortalecidas de las diferentes crisis y dar respuestas prácticas a los problemas mundiales. Pero también necesitan ser reformadas y modernizadas para poder trabajar en red con el sector privado, el académico, la sociedad civil y otros actores sociales a fin de responder mejor a las necesidades de los ciudadanos y “no dejar a nadie atrás”. Como señala en su Declaración la Conferencia de ONG en relaciones consultivas con las Naciones Unidas (CoNGO, por sus siglas en inglés), de la que Dianova International es vicepresidente, el 75 aniversario de la ONU (UN75) en 2020 es un momento crucial para promover el multilateralismo inclusivo y avanzar en la reforma e innovación de la gobernanza mundial.

La sociedad civil también ha elevado su voz a través de iniciativas como UN2020 para resaltar la importancia del multilateralismo y de la ONU, ofreciendo recomendaciones colectivas con el fin de fortalecer la organización y el sistema de gobernanza mundial.

Porque para proteger los derechos humanos, la paz y la seguridad, y conseguir un desarrollo sostenible para todos, la única opción, la mejor opción, es más multilateralismo, más diálogo, más colaboración y más solidaridad.