El Director de OEDT, Alexis Goosdeel comparte cómo ha afectado la COVID-19 a la situación de drogas, las lecciones aprendidas y el rol de los profesionales
Ha habido un actor en la pandemia que ha sido crucial en el ámbito de drogas: el Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanía (OEDT). Esta Agencia ha reaccionado de forma proactiva, aportando información y analizando las tendencias en aspectos como el consumo, la provisión de servicios relacionados con las drogas y la evolución de los mercados de drogas. Además la agencia ha sido una de las principales voces que ha reclamado una mayor atención y apoyo para los servicios de adicción en los tiempos de la COVID-19.
Alexis Goosdeel se unió al OEDT en 1999 como gerente de proyectos, trabajando en las áreas de ampliación de la Unión Europea y relaciones internacionales. Desde 2005 dirigió la unidad de cooperación internacional y Reitox de la Agencia. El Sr. Goosdeel es el Director de la agencia desde 2016 y su mandato fue renovado recientemente hasta el 2025
Sabemos que la crisis de la COVID-19 ha perturbado la prestación de servicios de adicciones en Europa ¿Qué servicios se vieron más afectados y cómo lidiaron con la situación?
Como ha sido el caso de muchos proveedores de asistencia sanitaria general durante esta crisis de salud pública, los servicios de adicciones han tenido que seguir funcionando en condiciones restringidas. Esto, a menudo, ha requerido adaptaciones significativas a los modelos de prestación de servicios establecidos.
Un nuevo informe del OEDT publicado en mayo, el impacto de la COVID-19 en los servicios de adicciones y la búsqueda de ayuda en Europa, brindó información sobre como se adaptaron e innovaron los servicios durante esta crisis que cambia rápidamente. Según nuestros resultados preliminares, hubo una disminución de la disponibilidad de servicios europeos de adicciones durante los primeros dos meses de la pandemia, tanto los que proporcionan tratamiento como los que ofrecen intervenciones de reducción de daños. Los servicios de adicciones se vieron afectados de forma similar a otros servicios sanitarios de atención en primera línea.
En algunos países o regiones, se informó que los servicios de adicciones habían sido interrumpidos o cerrados, incluidos los servicios especializados de tratamiento ambulatorio y residencial. En particular, los servicios que no podían aplicar las medidas nacionales de protección requeridas se cerraron en varios países. Dado que el asesoramiento presencial y las visitas a clínicas se detuvieron en general o se redujeron significativamente desde el inicio de las medidas de contención, la telemedicina por teléfono o vídeo se adoptó ampliamente como una alternativa en todos los servicios europeos de adicciones. Esta opción se aplicó particularmente para el tratamiento de beneficiarios que se encontraban en terapia (como es el caso de los consumidores de cannabis o cocaína) así como para los contactos de primera consulta y para los beneficiarios estables en terapia de sustitución de opioides a largo plazo.
Se informó que muchos centros residenciales de tratamiento, como las comunidades terapéuticas, seguían un enfoque similar a otros centros de atención residenciales no relacionados con las drogas, como las residencias de ancianos. Esto incluyó el cierre del acceso a los programas para nuevos beneficiarios y la reducción de las actividades de grupo dentro de las instalaciones. En la mayoría de los casos, se suspendieron las visitas externas y se retrasaron las salidas para los beneficiarios que terminaron su tratamiento terapéutico. La necesidad de reducir o interrumpir las intervenciones que requieren proximidad social o terapia de grupo, que a menudo, constituye una parte importante del proceso terapéutico en estos servicios, ha sido un desafío terapéutico particular para los servicios residenciales de adicciones.
El estudio del OEDT destaca cómo los servicios de adicciones en Europa introdujeron una amplia gama de modificaciones e innovaciones. En algunos países, se consideró que tanto las ONG como las organizaciones de la sociedad civil desempañaban un papel especialmente importante, en particular en lo que respecta a garantizar la continuidad de las intervenciones de reducción de daños de primera línea.
¿Cuál ha sido el papel del OEDT durante esta pandemia? ¿Cómo logró la agencia reunir información fiable y actualizada?
Como respuesta inmediata, el OEDT activó su plan de continuidad de actividades y todo el personal comenzó a teletrabajar a mediados de marzo. Poco después, creamos un grupo de trabajo sobre el COVID-19 para coordinar las actividades científicas y la comunicación relacionada con la pandemia. Desde marzo, hemos trasladado muchas de nuestras actividades clave en línea, incluyendo las reuniones de nuestra red de expertos, las reuniones del Consejo de Administración y del Comité Científico, las evaluaciones de riesgo sobre nuevas sustancias psicoactivas y la Escuela Europea de Verano sobre Drogas.
Nuestro papel durante la pandemia ha sido triple: garantizar la disponibilidad de información y recursos actualizados y fiables sobre una situación compleja y en rápida evolución; evaluar el impacto inicial de la pandemia en la situación europea de las drogas, mercados y servicios; y compartir información pertinente sobre los riesgos y las mejores prácticas, cuando estén disponibles.
Como un primer paso, la agencia publicó rápidamente un informe en línea en abril sobre las consecuencias de la COVID-19 para las personas que consumen drogas y los proveedores de servicios de adicciones (que ha sido ampliamente traducido y visto cerca de 40.000 veces). También se estableció un centro de recursos COVID-19 en línea para proporcionar acceso a las directrices clave de salud pública y documentos normativos en diferentes idiomas. La gama completa de materiales del OEDT sobre COVID-19 se puede encontrar en la página dedicada al tema.
Se pusieron en marcha varias actividades para evaluar los efectos de la pandemia en la situación, los mercados y las respuestas en materia de drogas. Se utilizó una versión en línea de la metodología trendspotter del OEDT para evaluar rápidamente el impacto de la COVID-19 en el consumo, los daños y los servicios relacionados con las drogas. Se publicaron dos informes de tendencias con resultados pertinentes en un plazo de seis semanas desde el principio hasta el final: el primero, como se ha mencionado anteriormente, sobre el impacto de la COVID-19 en los servicios de adicciones y la búsqueda de ayuda en Europa, y el segundo, sobre impacto de la COVID-19 en los patrones de consumo de drogas y los daños relacionados con las drogas en Europa.
Para estos estudios, se recogieron datos de una amplia gama de redes europeas implicadas en el ámbito de las drogas, incluidos los centros de coordinación nacionales de la red Reitox. Esto incluyó múltiples grupos de discusión con profesionales europeos de los servicios de adicciones, investigadores y representantes de grupos de defensa, incluyendo una discusión grupal virtual con moderador de 10 profesionales italianos de los servicios de adicciones, ya que se encontraban en el ojo del huracán de la COVID-19 en el momento del estudio. Además, realizamos una encuesta en la página web entre las personas que consumen drogas, con más de 11.000 encuestados, para recopilar información sobre los cambios en los patrones de consumo de drogas durante el confinamiento.
Además, se realizaron dos estudios sobre el impacto de la COVID-19 en los mercados de drogas: uno llevado a cabo con la Europol sobre los mercados de la droga en la UE: el impacto de la COVID-19 y el otro sobre el suministro de drogas a través de los mercados de la red oscura.
Por último, en respuesta a la situación, pudimos lanzar rápidamente una serie de seminarios web relacionados con la COVID-19, dirigidos principalmente a profesionales que trabajan sobre el terreno, y centrándose en temas como la prevención de drogas, el consumo de drogas y daños asociados, los servicios, las políticas y los mercados de la Internet oculta.
¿Cómo imagina la situación de las drogas después de la pandemia de la COVID-19 en términos de demanda y oferta de drogas? ¿Qué nos espera?
En cuanto a la demanda de drogas…
En primer lugar, los datos actualmente disponibles sugieren que se han producido algunos cambios en los patrones de consumo de drogas durante las fases iniciales de la pandemia de la COVID-19 en Europa, en su mayor parte como resultado de la aplicación de las medidas de confinamiento y distanciamiento social. Hay una necesidad urgente de seguir vigilando de cerca la evolución de la situación en este ámbito, especialmente en lo que respecta al establecimiento de patrones de consumo particularmente dañinos o peligrosos.
Al centrase en los posibles cambios en los patrones de consumo de drogas y los daños relacionados, es probable que el verdadero impacto de la pandemia y las medidas nacionales aplicadas en respuesta a ella solo se hagan evidentes con el tiempo.
Podemos suponer que será necesario esperar algunos meses, si no años, para que se aclaren las consecuencias a medio y largo plazo. Una perspectiva más distante también puede mejorar nuestra comprensión sobre las consecuencias duraderas del confinamiento actual. Con la flexibilización de las medidas de confinamiento y la aparición gradual de una nueva realidad social, existen muchas dudas y queda por responder una amplia gama de preguntas. Por ejemplo, algunas personas se han abstenido o han disminuido el consumo de drogas durante el confinamiento debido a las oportunidades limitadas, la menor disponibilidad de drogas o las dificultades para acceder a ellas. A medida que se eliminan las restricciones, el acceso a las drogas a través de los canales habituales (p. ej., traficantes conocidos, amigos) puede reanudarse o no.
En cuanto al suministro de drogas
Nuestro reciente análisis conjunto con la Europol sobre el impacto inmediato de la COVID-19 en el mercado de drogas de la UE reveló precios más altos, escasez local y reducción de la pureza de algunas drogas, y también señaló la continua violencia entre proveedores y distribuidores. Pero la situación sigue estando sujeta a cambios rápidos a medida que superamos la pandemia. Las medidas se están actualizando en función de las circunstancias y necesidades locales de los Estados miembros (p. ej. suspensión de los viajes/tráfico, prohibiciones de fin de semana, medidas de la cadena de suministro de bienes jurídicos, medidas fronterizas).
En cuanto al mercado mayorista, como se destaca en el análisis publicado, el crimen organizado se mantuvo activo y resiliente durante los primeros meses de la pandemia mediante la adaptación de los modelos de transporte, las rutas de tráfico y los métodos de ocultación. El tráfico de drogas por vía marítima continuó a niveles similares a los del periodo previo a la pandemia, aunque es evidente que el contrabando de los mensajeros que utilizan la aviación comercial se ha visto significativamente afectado. La circulación de grandes cantidades de drogas entre los Estados miembros de la UE no cesó, a pesar de la introducción de controles fronterizos, sólo se interrumpió temporalmente, principalmente porque se mantuvo el paso transfronterizo de mercancías lícitas y los productos comerciales continuaron circulando. La interrupción de la logística del suministro de drogas en Europa es más evidente a nivel de la distribución al por menor, debido a las medidas de distanciamiento social.
Es razonable esperar que haya restricciones residuales en cuanto a los viajes en varios lugares después de que se levanten las restricciones más estrictas. El transporte aéreo de pasajeros aumentará gradualmente, pero es poco probable que vuelva rápidamente a los niveles pre-COVID-19. Los movimientos internacionales de narcotraficantes y miembros de alto nivel de grupos de delincuencia organizada (GDO) dentro de Europa a los países de origen y tránsito están actualmente limitados debido a las restricciones de viaje. A pesar de ello, continúan las importaciones de drogas a gran escala, presumiblemente organizadas a través de canales de comunicación seguros. En el periodo posterior a la pandemia, puede haber menos dependencia de las reuniones presenciales a este nivel.
Con las operaciones callejeras severamente limitadas por las restricciones de movimiento, los consumidores y distribuidores recurrieron cada vez más a métodos alternativos (p. ej., el uso de mercados de la red oscura, plataformas de redes sociales y aplicaciones de comunicación encriptadas), con pagos sin dinero y menos interacciones presenciales. Si bien las restricciones se levantarán gradualmente, es muy probable que algunas de las nuevas prácticas persistan, ya que pueden ser una forma más conveniente de llevar a cabo negocios. Se espera un aumento en el uso de tecnologías digitales, de comunicación y cibernéticas por parte de las organizaciones de narcotráfico.
Esto lleva a la cuestión de la potencial recesión económica y las posibles consecuencias para el mercado de drogas de la UE. Es probable que las proyecciones a largo plazo de las consecuencias económicas negativas tengan un efecto exagerado en los consumidores dependientes, lo que podría dar lugar a mayores niveles de delitos (violentos) relacionados con las drogas; sin embargo, es probable que diferentes comunidades, ciudades y países vean manifestaciones desproporcionadas de esto. Se espera que gran parte de la población tenga menos ingresos disponibles y esto puede significar menos dinero para comprar drogas, especialmente porque es probable que las drogas sean más caras. Esto podría llevar a los usuarios a aumentar su consumo de alcohol o buscar sustancias alternativas menos costosas, como NSP o vías de administración más dañinas, como la inyección.
Es probable que los efectos a más largo plazo de la pandemia de la COVID-19 tengan repercusiones en el blanqueo de los productos ilícitos de las drogas: la probable recesión económica puede reducir las barreras para la participación en la corrupción y otras prácticas que faciliten el negocio de las drogas. Por ejemplo, las organizaciones con abundante liquidez pueden tomar el control de empresas legítimas con problemas financieros para promover sus actividades delictivas, ya sea inmediatamente o a largo plazo.
¿Cuáles son las lecciones aprendidas durante esta crisis y qué cambios podrían o deberían traer estas lecciones en un futuro próximo?
Evidentemente, el ejercicio de reunir, analizar, comprender e interpretar datos tiene poco valor si no nos permite aprender lecciones para el futuro. Sólo haciendo esto estaremos mejor preparados para acontecimientos similares. Hay muchas lecciones que aprender, pero sin duda la pandemia ha revelado que tenemos que modernizar nuestra forma de recopilar datos, ser capaces de producir pruebas mucho más rápido y, lo que es muy importante, emplear las nuevas pruebas para impulsar respuestas oportunas y proactivas.
Si bien las restricciones se están levantando gradualmente, es muy probable que persistan algunas de las nuevas prácticas, ya que pueden ser más convenientes para los consumidores y los proveedores. Cabe esperar un aumento del uso de tecnologías digitales, de comunicación y cibernéticas por parte de las organizaciones de tráfico de drogas.
A medida que se utilizan cada vez más los servicios de comunicación encriptados uno a uno o las aplicaciones de redes sociales, la supervisión y la prohibición serán mucho más difíciles. Una pregunta clave es si se acostumbrarán más personas a las nuevas formas de compra de drogas y si continuarán con ellas en el periodo de confinamiento posterior a la COVID-19.
El OEDT y la Europol están trabajando en estrecha colaboración para identificar las lecciones aprendidas del pasado y de las situaciones actuales, en términos de cómo podríamos anticipar mejor las nuevas amenazas y garantizar que actuemos con rapidez para satisfacer las necesidades de datos inmediatos y a largo plazo para fundamentar la política, la toma de decisiones y las respuestas operativas. Ahora existe una necesidad crítica de identificar las áreas donde se necesiten modificaciones rápidas a las respuestas operativas y a las políticas futuras.
El OEDT emitió una declaración conjunta el 26 de junio (Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas), con los Directores de Europol y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. En ella, invitan a las instituciones de la UE y a los Estados miembros a llevar a cabo una serie de medidas: »Aprender las lecciones de la COVID-19 para reforzar la preparación de la UE en la perspectiva de un posible nuevo brote de la epidemia». La declaración concluye que: «La forma en que los diferentes servicios y autoridades han estado trabajando juntos en la Unión Europea en los tiempos de esta pandemia ha demostrado que el «enfoque equilibrado» de la política de drogas de la UE ha contribuido a la atención y a la protección, en lugar de al castigo».
Como ha señalado el OEDT, los profesionales de los servicios de adicciones han desempeñado un papel esencial durante la pandemia. ¿Cómo cree que podría fortalecerse su papel en el futuro?
Una lección importante que hemos aprendido durante la pandemia es el papel central que desempeñan los profesionales de los servicios de adicciones de primera línea, junto con otros profesionales sanitarios para garantizar la continuidad del servicio para sus beneficiarios. Sin embargo, en muchos países europeos no se dio prioridad a los trabajadores de los servicios de adicciones como trabajadores sanitarios esenciales y, como tales, no tenían acceso a equipos y materiales de protección individual (EPI) adecuados. Esto debe abordarse urgentemente a nivel nacional, sobre todo cuando nos preparamos para una posible segunda oleada de la pandemia.
También observamos que los profesionales están en contacto directo con los beneficiarios y pueden percibir cambios y problemas nuevos incluso antes de que sean reconocidos por los datos. Por ejemplo, en los grupos de estudio de tendencias con trabajadores de primera línea, nos enteramos de las nuevas necesidades de los grupos más marginados, como las personas sin hogar, las personas sin acceso a la tecnología, personas sin contacto regular con los servicios de salud y víctimas de violencia doméstica.
Los profesionales de todos los niveles, desde los de los servicios de salud y las comunidades terapéuticas hasta los que trabajan en las unidades de divulgación, informan de que han utilizado su creatividad y sus redes informales para responder mejor a las nuevas necesidades. Deberían fomentarse nuevas formas de colaboración y de intercambio de experiencias entre los profesionales europeos. El OEDT espera dar su apoyo en el futuro, ya sea a través de plataformas en línea y de formación, seminarios web u otros mecanismos para fomentar las interacciones y los intercambios multilingües entre los profesionales de todos los niveles.
¿Podría dar algún consejo a los proveedores de servicios de tratamientos en Europa?
Todos seguimos aprendiendo de esta pandemia, que sigue evolucionando. Lo que hemos visto durante las primeras fases de la emergencia, es un proceso de toma de decisiones más rápido. Los proveedores de tratamiento de sustitución de opioides (OST) actuaron rápidamente para cambiar la forma en que suministraban las medicaciones (p. ej., OST móvil) y respondieron a nuevas demandas de tratamiento (p. ej. nuevos procedimientos de inducción), mientras que la mayoría de los países flexibilizaron las normas sobre los OST para llevar a casa a beneficiarios estables (p. ej., prescribiendo cantidades mayores o periodos más largos). Las comunidades terapéuticas elaboraron rápidamente protocolos para garantizar la seguridad de los beneficiarios y de los familiares que los visitaban y, como ya se ha mencionado, se impartieron algunas terapias y asesoramiento en línea. Estos cambios ahora necesitan evaluarse para ver si brindaron beneficios a las personas implicadas y podemos mantenerlos en la ‘nueva normalidad’.
Desde Dianova queremos agradecerle su incasable labor y la de todo su equipo en estos meses para hacer frente a la situación de la pandemia poniendo a las personas en el centro y siendo de gran apoyo para las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el ámbito de adicciones.