Voces de los jóvenes contra la violencia armada

El foro sobre la violencia armada reunió a estudiantes y expertos para mantener un diálogo fructífero en la sede de la Organización de las Naciones Unidas

Los participantes al foro «los jóvenes contra la violencia armada» en Naciones Unidas

Por Kaitlin Drape – El 17 de mayo, aproximadamente 150 personas participaron en el foro de apoyo a las voces de los jóvenes contra la violencia armada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas. El foro fue copatrocinado por Dianova International en colaboración con el Comité de las ONG sobre Salud Mental, el Comité de las ONG sobre los Derechos del Niño, la Misión de las Naciones Unidas en Liberia y otros. La reunión tuvo como tema principal el poder de la juventud para conseguir un cambio.  Según las palabras de uno de los ponentes, el idealismo que posee la juventud es el que a lo largo de la historia ha demostrado que los jóvenes «son la conciencia de la sociedad» y que tienen el poder de organizarse, movilizar a la opinión pública y cambiar actitudes y políticas.

Vivian Gartayn Lombeh, de la oficina de prensa y asuntos públicos de la Misión Permanente de Liberia, recibió a la multitud de jóvenes asistentes a la reunión y les expresó la importancia de su participación para poder alcanzar los objetivos de la ONU. La resolución 2250 de la ONU destaca «la importancia de los jóvenes como agentes de cambio en la promoción de la paz y la seguridad», debido en parte a su gran número. De hecho, los datos del Banco Mundial indican que el 42% de la población mundial tiene menos de 25 años.

Los asistentes pudieron ver un video original producido por estudiantes de la escuela de educación secundaria Mt. Vernon, denominado #Never Again, y realizado dentro del programa extraescolar S.T.R.O.N.G. El vídeo contenía música y extractos de noticias sobre el ataque de Parkland, junto a un mensaje para terminar con la violencia armada. Joseph Miller, uno de los estudiantes productores, dijo que tomaron esta iniciativa porque estaban «cansados de ver las noticias y escuchar que se había producido un acto de violencia armada sin sentido».

 

Javier Hernández Valencia, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, comentó sobre la «naturaleza universal del problema» y señaló que «no se limita únicamente a los EE. UU.». Es un problema endémico a nivel mundial: dos tercios de la violencia armada registrada en los últimos años se produjo en países que no se encuentran en medio de conflictos armados. Javier mencionó la importancia de la búsqueda de estrategias globales para encontrar soluciones e instó a los activistas a mirar la «amplia experiencia de otras partes del mundo que luchan por crear una vida libre de violencia». La ONU se encuentra en una posición única para crear nuevos modelos de lucha contra la violencia armada.

Gerry Dyer, jefe de la Oficina de UNICEF de la Alianza Global para Eliminar la Violencia Armada contra los Niños, explicó que mil millones de niños sufrieron violencia, abuso o negligencia y vidas destruidas, lo que causa pérdidas de billones de dólares a nivel mundial. Él cree que la clave de todo yace en «un enfoque en la sociedad en su conjunto». Se requiere que todo el mundo participe. Gerry Dyer apoyó el programa «Inspire» de la OMS en el que se diseñó un plan para terminar con la violencia contra los niños. El plan prevé la aplicación y cumplimiento de leyes, normas y valores, así como también ambientes seguros, apoyo a padres y tutores, fortalecimiento económico, servicios de respuesta y de apoyo y, finalmente, educación y preparación para la vida.

Alex Clavering, líder de la Marcha por Nuestra Vidas en Nueva York, explicó que EE. UU., como gran exportador de armas, «se benefició de la violencia armada en el extranjero y la ha tolerado en casa»; además, no ha firmado la Convención sobre los Derechos del Niño ni el Tratado sobre el Comercio de Armas. La violencia en los EE. UU. no está «controlada debido a los grupos de presión y la corrupción». Afirmó que el grupo más vulnerable es «pobre, negro y mestizo, y con poca representación». Alex Clavering manifestó su confianza en la ONU para conseguir un cambio: «La ONU se creó para mantener la dignidad y el valor de todas las personas y para alcanzar la paz».

«Un hombre negro en Estados Unidos tiene 13 veces más posibilidades de morir por violencia armada que uno blanco»

Corinna Davis, activista de Students Demand Action en Nueva Jersey, afirmó que el grupo ayudó a organizar la marcha de estudiantes del 14 de marzo. También trabajaron con la prensa, realizaron asambleas en diferentes municipios y eventos de registro de votantes. Corinna introdujo dos asuntos clave en la discusión: la influencia de la raza como factor en la violencia armada y el suicidio con armas de fuego. Añadió que ambas crisis deben resolverse por medio de cambios de actitud. Un hombre negro en Estados Unidos tiene 13 veces más posibilidades de morir por violencia armada que uno blanco. En EE. UU., la violencia está «basada en el racismo». También hizo hincapié en el suicidio con armas de fuego, el que según sus palabras «por lo general no se menciona».

El Dr. Sylvester Rowe, exembajador de Sierra Leona, introdujo una perspectiva global a la discusión al debatir una «cadena de solidaridad», ya que el tema de la violencia armada «se aplica a pueblos y continentes». Para ello es necesaria una auténtica alianza mundial. Explicó cómo las armas ilegales se transportan por el mundo hasta los «países donde reina el conflicto». Los niños se ven atrapados en estos conflictos como «víctimas y autores de violencia». Es necesario que los niños en esta situación sean rehabilitados y se los vuelva a introducir a la sociedad mediante tratamientos, educación y empleo. Las convenciones de las Naciones Unidas deben proporcionar la orientación necesaria para que se produzca un cambio.

El Dr.  Alexander Kalogerakis, psicólogo clínico y representante de la Asociación Internacional de Analítica, expuso que la sensación de seguridad entre los niños se ha visto quebrada por dos peligros modernos: el terrorismo y la violencia armada. Además de los episodios de violencia armada, cientos de niños en EE. UU. han perdido la vida debido a accidentes con armas de fuego. A nivel mundial, la concienciación sobre la amenaza de la violencia armada ha dado lugar a mayores tasas de ansiedad y de trastornos del estado de ánimo. La mayor parte de las muertes de jóvenes entre los 15 y los 24 años ocurren en EE. UU. Teniendo en cuenta los países que no están implicados en conflictos armados, el 92% de esas muertes se producen en EE. UU. El Dr. Kalogerakis fue muy optimista respecto al potencial de la juventud de conseguir un cambio. Afirmó que, a lo largo de la historia, la juventud con su idealismo «ha sido la conciencia de la sociedad». Hoy en día, dentro del marco de la crisis de la violencia armada, «los jóvenes han visto que nuestras sociedades no proporcionan los requerimientos básicos para la seguridad y el desarrollo psicológico sano».

«Nuestras sociedades no proporcionan los requerimientos básicos para la seguridad y el desarrollo psicológico sano»

Nupol Kiazulu, jefe de la Coalición de Jóvenes de Black Lives Matter del área metropolitana de Nueva York, destacó que nos encontramos frente a un nuevo problema. «Negros y mestizos han intentado movilizarse durante años». Kiazulu, quien fue atacada y herida en Charlottesville durante los disturbios que tuvieron lugar durante la marcha «Unite the Right», estableció una conexión entre la violencia armada y la violencia policial. Afirmó que los barrios negros y mestizos están «demasiado vigilados por la policía». Declaró: «estamos siendo aterrorizados en nuestras propias comunidades» y todos estos problemas deben ser solucionados. También dijo que el voto es un elemento fundamental para el cambio, pero que también es igual de crucial la presión a los legisladores después de las elecciones. Motivó a los asistentes a que «sigan vigilando a los legisladores».

Mollie Toscano, estudiante de educación secundaria y activista de Brewster (Nueva York), destacó que cada día siete niños menores de 18 años fallecen por violencia armada. Señaló que el 67% de los estadounidenses está a favor de las leyes para el control de armas. «¿Qué se puede decir de un país que antepone la posesión de armas a la seguridad de sus ciudadanos?». Mollie Toscano y otros estudiantes organizaron una sentada a favor del control de armas en el palacio de justicia, así como también marchas en su escuela. Está convencida de que los adolescentes pueden crear un cambio si confían en el poder que tienen. El mensaje es: «Vota por nuestras vidas». Su objetivo es motivar a los adolescentes a que comprendan su capacidad de organizar, demostrar, conseguir que se escuchen sus voces, y, especialmente, votar por los candidatos que apoyan las leyes de regulación de armas.

Para ver el video del evento, por favor visite UN Web TV.