Reforzar los derechos humanos en las políticas de drogas

Dianova participa en la consulta abierta de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos sobre las repercusiones de las políticas de drogas en los derechos humanos

techo de la "Sala de los Derechos Humanos y la Alianza de Civilizaciones"

Con esta resolución, el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra adoptó lo que muchos consideran como la resolución más ambiciosa y progresista sobre política de drogas hasta la fecha – Imagen: techo de la «Sala de los Derechos Humanos y la Alianza de Civilizaciones» (ONU en Ginebra) pintado por el artista español Miquel Barceló, foto de Maina Kiai, licencia CC BY 2.0

Por el equipo editorial – El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el pasado 4 de abril, una resolución sobre las repercusiones de las políticas de drogas en los derechos humanos en el 52 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.

Esta resolución ha supuesto un gran avance para las políticas de drogas. El objetivo de la resolución es el de asegurar que se tienen en cuenta la perspectiva de derechos humanos de cara al proceso de revisión de los compromisos internacionales, que tendrá lugar en marzo de 2024 en la Comisión de Estupefacientes. Ahora bien, no se trata de una resolución de procedimiento. Desde el punto de vista de Dianova, es una resolución importante ya que refuerza la perspectiva de derechos humanos en el interno de las Naciones Unidas, aporta lenguaje y contenidos progresistas e incluye una serie de acciones posteriores que prolongarán el momento e interés sobre estos aspectos.

Los «expertos» en derechos humanos de la ONU se implican en las políticas de drogas

La resolución es digna de mención al menos por tres razones: en primer lugar, hay que subrayar que, a nivel de las Naciones Unidas, el tema de las políticas de drogas queda normalmente relegado a las principales entidades que trabajan sobre políticas de drogas que son la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Comisión de Estupefacientes (más conocida por sus siglas en inglés CND) y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Otros organismos como la Organización Mundial de la Salud, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR por sus siglas en inglés), el Consejo de Derechos Humanos (HRC en inglés) o el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) también tratan temas sobre políticas de drogas, pero no de forma central.

Si bien es cierto, que cada vez hay una mayor presencia e interacción entre estos organismos en las sesiones anuales de la CND, no se tratan tanto de forma exclusiva en sus propios organismos. Vista la amplitud de perspectivas y consecuencias del fenómeno de las drogas, es muy importante que estos temas se traten en foros de derechos humanos y salud.

Impacto del uso de drogas en las familias

En su contribución, Dianova insistió en la necesidad de prestar más atención a un tema que hasta ahora ha recibido poca atención, el de los niños y niñas cuyos padres consumen drogas – photo: Shutterstock

Un contenido progresista

En segundo lugar, el contenido de la resolución es muy progresista, ya que abarca una visión más holística e incluye conceptos y términos que tras muchos años de discusión, aún no han conseguido incluirse en las resoluciones de la CND. Este es el caso del término, reducción de daños, que no se incluye en el glosario de la CND, pese a que otros organismos de Naciones Unidas como es OHCHR y ONUSIDA estén claramente a su favor. Pueden leer un análisis más detallado sobre las principales novedades en cuanto al contenido de esta resolución en esta nota elaborada por el Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas (IDPC).

Otro de los aspectos en los que la resolución hace especial mención es a la incorporación de la perspectiva de género en programas y políticas, la participación de mujeres en procesos de formación de políticas, la necesidad de contar con datos desagregados por género y las necesidades específicas de colectivos de mujeres concretos. Si bien, no se trata de una novedad, el mensaje es muy claro y queda bien reforzado.

El Consejo propone implementar y monitorear una serie de acciones posteriores

En tercer lugar, la resolución del Consejo de Derechos Humanos establece una serie de acciones a posterior que son muy significativas. Por ejemplo, el Consejo solicita que la Oficina del Alto Comisionado elabore un informe sobre los desafíos en materia de derechos humanos a la hora de responder al fenómeno mundial de las drogas, que lo presente al Consejo en su 54° periodo de sesiones y que se lo transmita a la Comisión de Estupefacientes. Además de ello, convoca para su 55° periodo de sesiones una mesa redonda sobre la misma temática, para mantener un diálogo constructivo y abierto con las partes interesadas. Y todo ello, lo hace con el pleno reconocimiento del papel de la sociedad civil y solicitando su participación en los diferentes procesos.

Cabe destacar que estos procesos ya se han implementado en el pasado. El Consejo aprobó la primera resolución sobre políticas de drogas en el 2015, previo al periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS 2016), para enfatizar que los derechos humanos son un elemento crucial de las políticas de drogas. En el 2018, se presentó una segunda resolución sobre drogas en el Consejo, y la Oficina del Alto Comisionado publicó un informe relacionado sobre cómo pueden los estados implementar políticas de drogas más efectivas en cumplimiento con los compromisos y obligaciones de derechos humanos. Para éstos realizaron consultas a los países, organismos internacionales y sociedad civil (de hecho, Dianova participó en la consulta del año 2018).

Contribución de Dianova a la consulta del Alto Comisionado de 2023

Desde Dianova consideramos que la aprobación de esa resolución es muy positiva y ya hemos participado en la consulta abierta que lanzó la Oficina del Alto Comisionado de cara a la elaboración del informe para la 54 sesión del Consejo de Derechos Humanos, indicando nuestras principales preocupaciones, especialmente respecto al ámbito del tratamiento de drogodependencias.

Leer la contribución de Dianova

La contribución esta basada en las siguientes preocupaciones:

  • Baja disponibilidad de servicios de tratamiento – gran brecha entre la demanda y la oferta disponible.
  • Importancia de garantizar y monitorear el cumplimiento de los estándares mínimos de calidad y el respeto a los principios de derechos humanos en los servicios de tratamiento.
  • Reducción del apoyo a programas de tratamiento biopsicosociales de medio- largo plazo.
  • Riesgo a la sobremedicalización de usuarios de los servicios de tratamiento.
  • Falta de oferta y apoyo a servicios de reintegración.
  • Persistencia de barreras de género en el acceso y adhesión a los programas de tratamiento.
  • Llamada para incluir en la agenda política y en el monitoreo la situación de los niños/as cuyos progenitores consumen drogas
  • Defensa de la descriminalización del consumo de sustancias como una manera de promover el acceso a los servicios de tratamiento.
  • Abolición de la pena de muerte por delitos relacionados con las drogas.

En la consulta, Dianova realiza una serie de recomendaciones desde la perspectiva de los derechos humanos sobre estos aspectos.