Programa TAPAJ

Reflexiones sobre el programaTAPAJ, (trabajo alternativo pagado diariamente), una práctica de revalorización social mediante la inserción

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En el contexto de los encuentros organizados para la asamblea general anual de Dianova International, se celebró una mesa redonda con el objetivo de debatir los retos de una práctica alternativa innovadora en el campo de la exclusión social.

 

Con participantes provenientes de España, el país anfitrión, de Canadá, Francia y Portugal, el encuentro ha permitido trazar un recorrido histórico de las actividades relacionadas con este programa y debatir el interés de proseguir el despliegue de este enfoque a nivel internacional. Las conversaciones habrán permitido validar la pertinencia de los fundamentos de TAPAJ, pero también las diferencias en cuanto a las personas destinatarias de estas prácticas. Además, el programa podría beneficiar fácilmente a personas que sufren una situación muy precaria, tanto en Cataluña como en Lisboa, aunque los perfiles de edad de los beneficiarios serían muy diferentes. Por otra parte, la noción de vagabundeo que aumenta la pertinencia de esta modalidad en Francia está mucho menos presente en otras regiones.

Finalmente, el desafío de la remuneración es un punto central del debate acerca del programa TAPAJ. En efecto, el incentivo que originalmente se propuso en Quebec como un ingreso alternativo a las actividades callejeras (mendigar, limpiar parabrisas, prostitución, etc.) implantada en un contexto normativo norteamericano, requiere una aplicación mucho más elaborada en los países europeos en los que la legislación laboral prohíbe el pago del trabajo en efectivo.

El modelo que se propone a las personas destinatarias (los Tapajeurs), trabajar algunas horas al día y cobrar al final de la jornada (4h/40€ en Francia), se basa asimismo en la obtención de contratos con instituciones públicas, pero también con empresas privadas, que son la diana prioritaria, con el objetivo de diversificar las fuentes de ingresos. Por consiguiente, la complejidad de la ecuación es doble y la tarea de las organizaciones portadoras del proyecto es simplificar el acceso, tanto para los Tapajeurs como para las empresas contratantes.

Con esta misión en mente, los participantes del taller han hecho intercambios con el objetivo de establecer las directrices que harán viable el despliegue de este programa a nivel internacional, definiendo puntos «invariables» que permitirían consolidar la práctica a nivel mundial manteniendo una flexibilidad suficiente que permita adaptarla a los contextos locales y nacionales.

Un grupo de expertos compuesto por Gilles Beauregard, director de Spectre de rue (Montreal), Jean-Hugues Morales, coordinador de TAPAJ en Francia y Serge Bruneau, asesor del Centro internacional para la prevención de la Criminalidad (Montreal), continuarán su reflexión para el despliegue internacional de TAPAJ. La presentación en una reunión plenaria ha dado a los participantes una idea sobre los fundamentos y las modalidades de este proyecto, así como del debate que rodea a esta práctica alternativa de revalorización social mediante la inserción profesional.

Un "tapajeur" trabajando

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