Los derechos humanos de las mujeres en el trabajo

El 27 de junio, el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra celebró su debate anual sobre los derechos humanos de las mujeres, con especial hincapié en la violencia en contra la mujer en el ámbito laboral

Por Federica Bertacchini – Según lo establecido en su Resolución 6/30 adoptada en 2007[1], el Consejo de Derechos Humanos (CDH) está firmemente comprometido con la igualdad de género y la necesidad de respetar plenamente los derechos humanos de las mujeres. A tal efecto, una vez al año se celebra un debate de un día de duración dedicado a este tema durante la sesión de verano del Consejo en Ginebra. Esta vez, la primera parte de este debate anual comenzó con un panel sobre la violencia contra la mujer en el ámbito laboral. Asimismo, varios eventos en paralelo abordaron este tema durante toda la duración de la 41ª sesión del CDH (del 24 de junio al 12 de julio). Una delegación de Dianova International estuvo presente durante toda la sesión.

Federica Bertacchini yLucía GobernaEl acoso sexual contra las mujeres sigue siendo un problema apremiante en todo el mundo. Por ejemplo, según una encuesta[2] realizada en la Unión Europea, entre el 45 % y el 55 % de las mujeres afirman haber sufrido acoso sexual desde los 15 años. El acoso sexual parece ser sufrido con más frecuencia por mujeres con un título universitario y aquellas pertenecientes a los grupos profesionales más elevados: respectivamente el 74 % y el 75 % de las mujeres en una actividad profesional o en puestos directivos superiores afirman haber sufrido acoso sexual, en comparación con el 44 % de trabajadoras manuales cualificadas y el 41 % de las mujeres que afirman nunca haber estado empleadas de manera formal[3].

La integración de los derechos humanos de las mujeres en la agenda de negocios

La violencia y el acoso sexual en el ámbito laboral constituyen violaciones graves de los derechos humanos de las mujeres y la mitad de las dos horas que duró la mesa redonda estuvo dedicada a intervenciones sobre estos temas por parte de representantes de Estados miembros, instituciones nacionales de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales. Tras los discursos iniciales de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y de Katrín Jakobsdóttir, Primera Ministra de Islandia, la introducción del moderador y las presentaciones de los ponentes destacaron los últimos avances en el debate e hicieron sugerencias para medidas futuras.

«Es importante desafiar las estructuras de poder patriarcal, las normas sociales y los estereotipos de género»

En primer lugar, Surya Deva, presidente del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas (también conocido como Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos), quien moderó el debate, enfatizó la importancia de desafiar las estructuras de poder patriarcal, las normas sociales y los estereotipos de género al impartir capacitación sobre cuestiones de género al personal directivo de todos los sectores y al tener más mujeres representadas en cargos directivos y de toma de decisiones, no solo en empresas sino también en sindicatos. Para hacer posible este cambio, los expertos en cuestiones de género, las organizaciones de mujeres y los defensores de los derechos de las mujeres deben ser parte de la conversación, y datos desglosados por sexo deben ser recopilados y utilizados por las empresas.

Cabe mencionar que las cuestiones planteadas por Deva reflejaron los resultados del último informe del grupo de trabajo, publicado el día anterior: «Dimensiones de género de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos»[4]. El informe elabora un marco de género para los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos desarrollado por las Naciones Unidas, y propone directrices de género específicas para cada uno de estos 31 principios rectores. En este sentido, el informe resalta la importancia no solo de aplicar medidas formales de igualdad de género (en su mayoría ya aplicadas por el sector empresarial), sino también de lograr una verdadera igualdad de género, en la que la igualdad en la legislación, las oportunidades y el trato de mujeres y hombres se refleje debidamente en el impacto, las consecuencias y los resultados de cada acción emprendida.

«Más de 250 millones de mujeres aún carecen de una protección adecuada en el trabajo»

Las delegaciones y los ponentes también acogieron con satisfacción la histórica adopción del nuevo Convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo y de la recomendación[5] adjunta, adoptadas el 21 de junio, última jornada de la Conferencia Internacional del Trabajo del Centenario, en Ginebra. Este Convenio es un paso hacia adelante en la consecución del objetivo de hacer que el trabajo decente esté al alcance de todos, una ambición que está más lejos de concretarse para las mujeres que para los hombres, ya que más de 250 millones de mujeres aún carecen de una protección adecuada en el trabajo.

Maria Luz Vega, coordinadora de la Iniciativa sobre el futuro del trabajo de la OIT, elogió al Convenio por reflejar una conciencia de las prácticas y comportamientos que dañan a las personas, su entorno laboral, productividad y reputación empresarial. Además, el Convenio reafirma la necesidad de que prime el respeto como una condición básica a fin de garantizar la dignidad de hombres y mujeres y, por ende, la justicia social para ambos en el trabajo. Al ser el primer tratado mundial sobre el tema, tras varios años de campaña por parte de sindicatos, sociedades civiles y organizaciones de mujeres, el Convenio es de particular importancia por su valor jurídicamente vinculante. Junto con el documento relacionado de la Recomendación, es el instrumento más sólido disponible para garantizar la responsabilidad jurídica y brindar orientación sobre cómo se pueden cumplir los compromisos jurídicos a nivel estatal. El Convenio entrará en vigor un año después de que lo ratifiquen al menos dos Estados miembros; sin embargo, su promulgación afectará a todos los Estados miembros, ya que las autoridades nacionales deben revisar el documento, lo que aporta visibilidad a la cuestión a nivel nacional e internacional.

«Las mujeres aún se ven afectadas de manera desproporcionada por la violencia de género, entre las que se encuentran el acoso sexual y las agresiones en el lugar de trabajo»

Dubravka Šimonović, relatora especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, comentó sobre su papel en este mandato, que celebra este año su 25° aniversario. Desde 1994, los relatores especiales han abordado el tema de la violencia en todas sus formas, prestando especial atención a las obligaciones de los Estados de cumplir las normas de debida diligencia al tratar la cuestión de la violencia contra la mujer. Sin embargo, recordó que, a pesar de todos los esfuerzos, el problema persiste en todas las sociedades y que las mujeres aún se ven afectadas de manera desproporcionada por la violencia de género, entre las que se encuentran el acoso sexual y las agresiones en el lugar de trabajo. Tal como subrayó Šimonović, el nuevo Convenio de la OIT es una adición al marco vigente[6] que establece normas mínimas en el ámbito laboral. Si se ratifica y aplica, sin duda contribuirá a erradicar este problema.

Antes del debate en la asamblea, Novelita Palisoc, representante regional para Asia de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar y presidenta de Trabajadores del Hogar Unidos de Filipinas, narró a la audiencia su experiencia personal y profesional de veinte años como trabajadora doméstica en Filipinas y en Qatar donde recibió maltrato. Expresó que después de unirse al sindicato, la capacitación y los seminarios la han educado y empoderado y que ahora es miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar.

Los comentarios posteriores de los asistentes, al igual que las observaciones finales, resaltaron las buenas prácticas aplicadas en el sector y exploraron formas alternativas para crear conciencia. También se destacó la necesidad de involucrar a los hombres en el proceso, al igual que el papel de los empleadores en la prevención. En sus observaciones finales, Dubravka Šimonović y Novelita Palisoc destacaron la necesidad de un enfoque integral de todo el sistema para eliminar la violencia contra la mujer, e instaron a los Estados a que ratifiquen el nuevo Convenio de la OIT y a que lo integren a sus sistemas jurídicos. Palisoc también insistió en la importancia de responder de forma más eficaz a las quejas, ya que en muchos casos, los infractores no se responsabilizan de sus abusos.

Integración de la perspectiva de género en los Principios Rectores de las Naciones Unidas

El debate sobre la violencia contra la mujer en el ámbito laboral se vinculó perfectamente con el evento en paralelo organizado conjuntamente por el Instituto Danés de Derechos Humanos, la Academia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra y el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos. El evento, denominado Integración de la perspectiva de género en la aplicación de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos: desde la orientación hasta su aplicación, tuvo lugar el mismo día. Durante la sesión, seis representantes de Estados, empresas y la sociedad civil compartieron sus opiniones y respuestas con respecto al documento del Grupo de Trabajo sobre el marco y las directrices de género, centrándose en las oportunidades que presenta el documento para desarrollar medidas a fin de incorporar los derechos humanos de las mujeres y niñas, y aportar una perspectiva de género a los Principios Rectores de las Naciones Unidas y su aplicación práctica en el ámbito laboral.

Descargar documentoLas principales preguntas planteadas durante el evento abarcaron desde el papel de los Estados en garantizar que se preste una mayor atención a las mujeres y niñas en el desarrollo y ejecución de sus Planes de Acción Nacionales sobre Empresas y Derechos Humanos hasta dar a conocer los desafíos clave a los que se enfrentan las empresas para integrar un enfoque que incorpore las cuestiones de género a la debida diligencia en materia de derechos humanos. También se cuestionó qué medidas deben tomar los Estados, el mundo empresarial, la sociedad civil y otros agentes para hacer frente a los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres y niñas al momento de acceder a las vías de recurso en casos de violación de sus derechos.

Maryann Njau-Kimani, Fiscal General Adjunta, Secretaría de Justicia y Asuntos Constitucionales del Gobierno de Kenia, y Lina Holguin, analista superior de políticas del Ministerio de Asuntos Exteriores y Desarrollo del Gobierno de Canadá, presentaron la incorporación de la perspectiva de género en su Plan de Acción Nacional y en sus instituciones gubernamentales. Posteriormente, Marianna Leite, directora mundial en materia de género y desigualdad de Christian Aid, y Cynthia Trigo, asesora principal en derechos humanos en Total S.A., formularon comentarios sobre el tema desde el punto de vista de las ONG y el sector empresarial, respectivamente.

Por último, Joanna Bourke-Martignoni, investigadora principal de la Academia de Ginebra, y Adrienne Cruz, especialista principal sobre cuestiones de género de la OIT, aportaron sus conocimientos académicos y de las Naciones Unidas.

Conclusiones

Tanto en la mesa redonda como en los eventos en paralelo se trataron temas que son de particular importancia para Dianova International, como lo demuestran las actividades de promoción y sensibilización que la organización ha estado realizando en los últimos años para ayudar a poner fin a la violencia y el acoso contra las mujeres[7]. Más recientemente, con el lanzamiento de su campaña global «Human Empowerment» (Empoderamiento Humano), Dianova International y la Red Dianova están centrando su atención en la especificidad de las necesidades determinadas por el género en la prevención y el tratamiento de los trastornos por el uso de sustancias.

El entorno laboral es un ámbito esencial de la sociedad, que contribuye al crecimiento personal de todos y cada uno de los seres humanos. Como tal, Dianova cree que debe estar libre de todo tipo de violencia, ya sea que esté dirigida a mujeres o a hombres, en beneficio de ambos géneros, del sector empresarial, de la economía y de nuestra sociedad en su conjunto. Por esta razón, todos los agentes de la sociedad deben hacer uso de las Directrices de Género proporcionadas por el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas y del Convenio de la OIT recientemente adoptado, como herramientas para hacer que los derechos de las mujeres sean un elemento central de los marcos y prácticas empresariales y de derechos humanos. Estos instrumentos adicionales brindan una oportunidad única para lograr una verdadera igualdad de género en el ámbito laboral.

Webcast de la mesa redonda


Referencias

[1] ACNUDH, 2007. Resolución 6/30 relativa a la “Integración de los derechos humanos de la mujer en todo el sistema de las Naciones Unidas”. (Ginebra). http://ap.ohchr.org/documents/S/HRC/resolutions/A_HRC_RES_6_30.pdf

[2] Agencia de los Derechos Fundamentales (FRA), 2014. Violencia de género contra las mujeres: una encuesta a escala de la UE. Resumen de las conclusiones. (Viena).

https://fra.europa.eu/en/publication/2014/violence-against-women-eu-wide-survey-results-glance

[3] Según la encuesta, este resultado podría deberse a varios motivos, como el hecho de que las mujeres profesionales están más atentas a lo que constituye el acoso sexual y a su exposición a situaciones con un mayor riesgo de abuso.

[4] Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas, 2019. Dimensiones de género de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos (Ginebra) https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G19/146/08/PDF/G1914608.pdf?OpenElement

[5] Artículo de noticias de la OIT con enlaces al Convenio y la Recomendación: https://www.ilo.org/ilc/ILCSessions/108/media-centre/news/WCMS_711359/lang–es/index.htm

[6] El marco incluye, pero no está limitado a los siguientes documentos: la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, el Convenio de Estambul del Consejo de Europa, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, el Protocolo a la Carta Africana de Derechos Humanos y la Plataforma de Acción de Beijing.

[7] En particular, en 2018, Dianova International se sumó al equipo «We Empower» (Empoderamos), dirigido por ONU Mujeres y la OIT, durante un seminario web para debatir la cuestión del acoso sexual en el lugar de trabajo, y presentar el juego de herramientas de Dianova International sobre el acoso sexual en el trabajo (descargar el juego de herramientas)

Referencias adicionales