Innovación tecnológica y respuestas sociales

La ciencia y la innovación son esenciales para alcanzar los ODS, pero se necesita un enfoque inclusivo y centrado en el ser humano para no dejar a nadie atrás

Progreso tecnológico e igualdad

Si bien el progreso tecnológico es esencial para el desarrollo sostenible, también puede perpetuar las desigualdades o crear otras nuevas – imagen Shutterstock, licencia CC

Por María Victoria Espada  – La Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CSTD, por sus siglas en inglés) es el punto focal de las Naciones Unidas para dichos temas. Actúa como un foro para informar y debatir sobre las tendencias críticas relacionadas con ciencia, tecnología e innovación (CTI) en la economía, el medio ambiente y la sociedad, y se comparten lecciones aprendidas y buenas prácticas entre los países. Igualmente, la CSTD analiza cómo la CTI, incluyendo las tecnologías de información y comunicación (TIC), sirven como facilitadores de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Ciencia e innovación por la salud

En el mes de mayo pasado, Dianova asistió virtualmente al vigésimo cuarto período de sesiones de la CSTD donde se debatió, entre otros temas, sobre el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación para alcanzar el ODS 3, relativo a la salud y el bienestar, con cuyo cumplimiento Dianova contribuye con su trabajo. La mayor parte de las sesiones hicieron referencia además a los datos y las tendencias recogidos en el Informe sobre Tecnología e Información 2021 publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).

Cuarta revolución industrial

Según el mencionado informe, el mundo está llegando actualmente al final de la fase de implantación de la “era de las TIC” e inicia una nueva fase bajo un paradigma que incluye las tecnologías de frontera. Estas tecnologías presentan un enorme potencial para mejorar la vida de las personas y proteger el planeta. Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19, la inteligencia artificial y los macrodatos han sido utilizados para examinar a los pacientes, hacer un seguimiento de los brotes, rastrear y localizar los casos de la enfermedad, predecir su evolución y evaluar los riesgos de infección. A esta nueva fase se la denomina comúnmente cuarta revolución industrial o Industria 4.0, como se observa en el siguiente gráfico.

Cambio tecnológico y desigualdad a lo largo del tiempo

Cambio tecnológico y desigualdad a lo largo del tiempo

Fuente: UNCTAD, a partir de datos de la base Maddison Project Database, versión 2018, Bolt et al. (2018), Perez (2002), y Schwab (2013) Nota: «Centro» corresponde a Europa Occidental y sus ramificaciones (Australia, Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda), además de Japón. «Periferia» engloba todos los países del mundo, salvo los del «centro»

Salud digital, con la participación activa de la población

Así, además de grandes innovaciones, la CTI también se aplica a soluciones de baja tecnología y a innovaciones organizativas y sociales en la atención de la salud. El término salud digital o salud electrónica hace referencia a toda la información digital relacionada con la salud y la prestación de servicios de atención en línea, como las teleconsultas, los historiales clínicos electrónicos, las recetas electrónicas y las imágenes asistidas por ordenador, entre otros. La salud digital también puede propiciar el acceso a información de salud de alta calidad, la participación activa de la población en su salud y bienestar, y la creación de comunidades de pacientes y grupos de apoyo en línea.

Integrar la tecnología en los servicios de salud

Tal y como se ha visto durante la pandemia, es de esperar que la salud electrónica siga desarrollándose a medida que la tecnología se integre aún más en los servicios de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 120 países tienen ya políticas nacionales de salud digital, lo que también es un indicativo de las oportunidades que la CTI puede significar para monitorear el progreso del ODS 3 y acelerar su logro.

Desarrollo de habilidades de respeto de la privacidad

Además de contar con marcos regulatorios que autoricen la telemedicina y faciliten su implementación, será fundamental desarrollar las habilidades digitales de los trabajadores del sector de salud a la par que la alfabetización digital de los pacientes. Igualmente, será necesario resolver las preocupaciones que las nuevas tecnologías puedan generar sobre la privacidad, la seguridad y la precisión de la inteligencia artificial en la atención médica.

La tecnología no debe perpetuar o crear desigualdades

Durante las sesiones de la CSTD, se enfatizó que, si bien el progreso tecnológico es esencial para el desarrollo sostenible, también puede perpetuar las desigualdades o crear otras nuevas. Por lo tanto, será tarea de los gobiernos maximizar los beneficios mitigando los posibles perjuicios, y preparar a las personas, empresas e instituciones para afrontar los cambios tecnológicos. Igualmente, se resaltó el papel que los distintos grupos de la sociedad civil podrán tener a la hora de identificar los desajustes entre la innovación tecnológica y las respuestas sociales y, eventualmente, conducir cambios tanto en las regulaciones y leyes como en el comportamiento de los usuarios y consumidores para alinear las tecnologías de vanguardia con los objetivos sociales.

Una brecha digital mundial

Según se aprecia en el gráfico, la diferencia entre los países desarrollados y los países en desa-rrollo nunca ha sido tan grande como hasta ahora y sigue en aumento. La pandemia de COVID-19 ha revelado desigualdades en el acceso a tratamientos, vacunas y tecnologías relacionadas con la salud, y la brecha digital está dejando a más de la mitad de la población mundial, sobre todo mujeres en países en desarrollo, sin acceso a internet. Así, la brecha digital de género impide que las mujeres tengan un acceso igualitario a los servicios de salud, a la vez que dificulta la generación de datos de salud para mejorar posteriormente los tratamientos y servicios médicos.

Ciencia e innovación en un enfoque inclusivo

En este sentido, es importante garantizar que todos los países tengan cobertura médica universal e igual acceso a los servicios de salud. También es necesario fomentar aún más la cooperación internacional y multilateral, diseñar agendas de desarrollo coherentes, compartir mejores prácticas y lecciones aprendidas, incluir el conocimiento local, y estimular la investigación científica compartida. La ciencia y la innovación son esenciales para alcanzar los ODS, pero se necesita un enfoque inclusivo y centrado en el ser humano para no dejar a nadie atrás.