El rol del sector privado en la implementación de los ODS

El sector privado puede ayudar a alcanzar el Objetivo 16 a través de su capacidad para construir la estabilidad económica, luchar contra la corrupción y promover los derechos humanos

SDG-F captura de pantalla

El SDG-F es un mecanismo de cooperación internacional que apoya el desarrollo sostenible (captura de pantalla del sitio web)

Por Kaitlin Drape – A fines de 2017, el Fondo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible publicó su exhaustivo informe nuevo: «Empresas y ODS 16: contribuir a sociedades más pacíficas, justas e inclusivas» en que se delinea la importancia de la participación del sector privado en la consecución del objetivo de desarrollo sostenible 16 (ODS 16): promover sociedades justas, pacificas e inclusivas.

En el evento de lanzamiento del informe, Paloma Durán, Directora del Fondo de los ODS, recalcó la importancia del sector privado en cuanto al éxito del ODS 16 y del objetivo del Fondo ODS de influir en el sector privado para que haga al ODS 16 parte de su estrategia de negocios. El proyecto explorará «cómo podemos lograr que todas las partes interesadas tomen parte» en el fomento de políticas de desarrollo ético que promuevan la paz y la justicia mediante la oportunidad económica. El informe brinda un modelo de colaboración por parte del sector privado a fin de impulsar la Agenda 2030 y, en particular, el ODS 16.

Las oportunidades que pueden obtenerse gracias a asociaciones con el sector privado son primordiales para que, a la larga, se pueda conseguir la paz y la justicia mediante la mejora del estado de derecho y la existencia de instituciones firmes y responsables que perciban los derechos humanos como un aspecto necesario para sus decisiones de negocios. Con miras a lograr este objetivo, el Fondo ODS realizó una encuesta a sus miembros que pertenecen al Grupo Asesor del Sector Privado sobre gobernanza y cumplimiento, y sobre cómo interactúan en asociaciones para el desarrollo sostenible. Además, se solicitaron recomendaciones sobre la cooperación del sector privado para lograr el ODS 16.

Tal como lo expresa el informe, «el sector privado considera que (el ODS 16) principalmente forma parte del ámbito del gobierno, con actividades que se centran en la corrupción y la eliminación de las malas prácticas. Sin embargo, esto representa una perspectiva limitada que pasa por alto el papel del sector privado en áreas como la lucha contra la corrupción, el fomento de la diversidad y la igualdad de género, los flujos libres de información y el apoyo a las iniciativas de justicia».

Un momento histórico

Rangita de Silva de Alwis, Decana asociada de Programas Internacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania, comenzó su presentación expresando que estamos en «un momento histórico» tras la conclusión del estudio y la publicación del informe. De Silva de Alwis se refirió al informe como «un llamamiento en favor de la acción» y una especie de «caja de herramientas» para construir un modelo para la colaboración entre los gobiernos y el sector privado. Sin embargo, expresó que «muchas empresas no entienden los ODS. Nuestro informe pretende corregir esto».

Añadió que «la base de nuestro informe no es solo reaccionar, sino ser proactivos». La colaboración con el sector privado genera estabilidad económica, pero también ayuda en la promoción de los derechos humanos. También es fundamental para dar respuesta a cuestiones de igualdad de género. El sector privado «también puede fomentar la igualdad de la mujer» y «mejorar la igualdad de género» y «puede dar lugar a altos niveles de crecimiento económico».

Este «puede respaldar la extensión del estado de derecho en la sociedad», en particular en materia de iniciativas de lucha contra la corrupción. Como Decana Asociada de la Universidad de Pensilvania, planteó que las facultades de derecho pueden desempeñar un papel de asesoría a fin de establecer directrices para la colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil.

Ana María Menéndez, Asesora Superior del Secretario General de Naciones Unidas sobre Políticas, expresó que el mandato de «no dejar a nadie atrás» precisa que el Fondo concentre sus esfuerzos en tres ámbitos: crear reformas de base, centrarse en superar la renuencia a participar que demuestran algunas partes en el sector privado y enfocarse en la prevención de crisis. Explicó un programa de lucha contra la corrupción en Colombia donde el tráfico de drogas y los conflictos armados han generado una crisis humanitaria. Este programa se centra en mejorar la seguridad alimentaria y la creación de nuevas oportunidades al tiempo que desarrolla medios para la resolución pacífica de conflictos.

También puso como ejemplo un programa de prevención de conflictos en Sierra Leona. En este lugar, diferentes actores (organismos de la ONU, miembros del sector privado y universidades) desarrollaron un programa para mejorar la gobernanza de los recursos naturales y también promover la capacitación profesional entre los jóvenes.

Una relación mutuamente beneficiosa

La Excelentísima Señora María Emma Mejia, Representante Permanente de Colombia ante las Naciones Unidas, manifestó que el programa debe ser una «agenda holística» que no se enfoca en ningún país en particular, sino que constituye un proyecto universal. Hizo hincapié en la necesidad de colaboración entre el gobierno y el sector privado. Además, la asistencia por parte de las ONG es «esencial» para que la iniciativa sea exitosa.

También habló sobre el programa en Colombia en que pequeños productores de café, por ejemplo, han recibido ayuda para acceder a mercados y aumentar la productividad a través de socios del sector privado. El sector privado ha comenzado a desempeñar un papel al enfocarse en mejorar los medios de vida mediante un mayor conocimiento de sus responsabilidades en cuanto a los derechos humanos: «El sector privado está allí».

La Sra. Mucavi, Directora de la Oficina de Enlace de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Nueva York, hablo acerca del alarmante aumento en el número de personas subalimentadas a raíz de la «crisis de alimentos» mundial y subrayó la importancia del sector privado en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 16. Los tres objetivos más importantes son incrementar el empleo, alcanzar mejores niveles de nutrición y brindar protección a los niños.

Dijo que, para lograr sus objetivos, es fundamental la «colaboración sostenida con el sector privado». Afirmó que la colaboración implica que el sector privado «no constituye solo una fuente de financiación», sino un socio pleno en el compromiso a largo plazo con los objetivos, en una relación mutuamente beneficiosa. El sector privado puede estar implicado en el desarrollo de la producción, en el diálogo sobre políticas como socio en la formulación de modelos de desarrollo, en la inversión y en la creación de empleo. Las asociaciones con el sector privado crean «oportunidades para generar ingresos y de producción».

Promover los derechos de los ciudadanos

Sol Beatriz Arango, Directora General de la Fundación Nutresa (Grupo Nutresa es un conglomerado colombiano de procesamiento de alimentos), destacó que para cumplir el ODS 16 «toda la sociedad tiene que asumir responsabilidad», incluido el sector privado. Afirmó que Nutresa, que tiene 46.000 empleados, se ha comprometido firmemente con el ODS 16 a través de una serie de iniciativas. La primera es el programa «Actuar con integridad», un compromiso a actuar éticamente y crear las herramientas para acabar con la corrupción.

Asimismo, la empresa se empeña en «participar de manera proactiva en el proceso policial» en el cual la empresa «toma parte activamente en la promoción de los derechos de los ciudadanos» y la eliminación de las prácticas corruptas. En tercer lugar, manifestó, la empresa está comprometida con alianzas inclusivas mediante las que ha situado áreas de producción, como granjas de cacao, en zonas rurales pobres a fin de aumentar el empleo y mejorar el nivel de vida.

A menudo estas son áreas que en otro momento estaban bajo el control de grupos guerrilleros. En cuarto lugar, se empeña en poseer «políticas empresariales enfocadas en la protección de los derechos humanos». Por ejemplo, la empresa contrata refugiados y desplazados, y ha «comenzado su transición» hacia la integración. Expresó que «Creemos que el informe ejercerá un impacto en los actores y las instituciones». Puede persuadir a las empresas a «incluir el ODS 16 en sus estrategias de negocios».

El informe incluye una serie de historias reales que muestran cómo el sector privado ha implementado su compromiso con el desarrollo, la capacitación, la justicia social y la igualdad en países como Colombia, Sierra Leona, Costa de Marfil, el Territorio Palestino Ocupado y Bangladesh.

Tal como concluye el informe, el «sector privado cumple una función catalizadora para el ODS 16 a nivel tanto local como mundial. Siendo socios responsables en toda la cadena de producción, las empresas pueden ayudar a los países donde operan a cumplir las metas del ODS 16 relativas a la lucha contra la corrupción, los derechos laborales, la toma de decisiones inclusiva y la colaboración con la comunidad».