Entrevista de Carlos Arena, medico y psiquiatra, responsable del Módulo de Alcohol (Centro de Cozzo, Dianova Italia)
Me llamo Carlos Arena, en Dianova soy un «anciano» porque llevo mucho tiempo en la organización. Soy médico psiquiatra, y en el pasado he trabajado en varios hospitales psiquiátricos antes de su cierre. Más adelante trabajé en los servicios que se elaboraron después de la reforma psiquiátrica en Italia (Ley Basaglia). Además, tuve el papel de Director del Departamento de Salud Mental en Casal Monferrato. Después de mi jubilación, hace ocho años, me uní a Dianova Cozzo como responsable del módulo alcohol.
¿Cómo surgió la necesidad de este «módulo de alcohol»?
El programa de alcohol surgió hace ocho años. A la época, constatamos que era importante apoyar a las personas con problemas de dependencias al alcohol no solo a través de actividades de rehabilitación y tratamiento, pero también dándoles un espacio de vida y creando nuevas oportunidades para ellos. Anteriormente solo se les hacía seguimiento desde casa, hecho que no era suficiente teniendo en cuenta que el alcohol es una sustancia de fácil acceso.
¿A quién va dirigido el programa?
En el modulo alcohol conviven perfiles «simples», es decir personas que dependen sólo del alcohol, y «polidependentes», es decir personas que consuman alcohol combinado con otras sustancias. Ayudamos a personas que provienen de situaciones difíciles, ya que el alcoholismo se caracteriza por un fuerte factor socio-depresivo, debido a la pérdida de amigos y seres queridos. Tratamos de reconstruir su identidad.
La región de Lombardía requiere por ley que, dentro de los módulos de alcohol esté presente la figura del psiquiatra. El programa tiene acreditados 14 de las 49 plazas para el módulo de alcohol. En este momento, estamos completos.
¿Cuáles son los objetivos generales?
En primer lugar, hacemos un perfil de la personalidad del usuario; la dependencia no existe, solo existe la persona dependiente. Los grupos son muy importantes para el apoyo y la etapa de reinserción. Si bien es cierto que durante los primeros años podría haber fricción entre los alcohólicos y polidependientes, ahora los dos grupos se apoyan mutuamente.
Yo soy la persona de contacto, pero hay varios psicólogos y operadores a tiempo completo. Hay tres pasos en el programa: información sobre los aspectos sociales y psicológicos del alcohol, tratamiento con el objetivo de reconstruir la personalidad, y, por último, la reintegración, acompañándolos en la reinserción en la sociedad con la ayuda de los grupos.
¿Cuáles son las herramientas utilizadas?
El aspecto cognitivo-conductual es muy influyente. La función del grupo es crucial para la toma de responsabilidades de los usuarios, construyendo un diálogo constructivo y aprender a confrontarse con los demás. En cuanto a las relaciones interpersonales, tenemos una herramienta muy importante con el test Minnesota (MMPI), un test de personalidad que puede revelar las dificultades en las relaciones con los demás.
¿Qué distingue el programa Dianova de los demás?
Yo diría que es la dimensión educativa y práctica, con entrevistas personales y actividades de grupo con los terapeutas y las actividades de expresión corporal y escénicas, teniendo siempre en cuenta la trayectoria individual de cada uno, especificada en el PEI (Programa Educativo Individualizado).
¿Quién trabaja en el equipo?
El personal está compuesto por el número de personas requerido por la acreditación de la región de Lombardía. Además, en la comunidad está trabajando un equipo multidisciplinario que se ocupa tanto del módulo de alcohol como de la parte pedagógica. Es un equipo diverso, con educadores graduados en Ciencias y Psicología Social, lo cual es bueno ya que abordan los problemas sociales y familiares.
En el módulo de alcohol también se trabaja en las recaídas, que no se viven como un drama como en el caso de las sustancias, pero que pueden convertirse en una herramienta para mejorar el nivel de atención.
¿Cuáles son los resultados?
Dada la gran demanda de los referentes de servicios, el módulo siempre está lleno. Trabajamos estrechamente con los Servicios Regionales de Drogodependencias. Contactamos con ellos de forma asidua proporcionando informes e instando a que vengan al centro para controlar el proceso, por lo que los usuarios no se sienten abandonados.
El futuro, sin embargo, está representado por los cursos de formación profesional, como el de producción de pan y hortoterapia, que son esenciales para la reintegración. Los usuarios reinsertados tienen una relación con la comunidad incluso después de haber concluido el módulo, con las entrevistas psicológicas.
Es muy importante para ayudarles en esta etapa, ya que el cambio a menudo no es reconocido fuera, y donde puede haber sesgo. La separación de la comunidad puede ser un momento crítico, y queremos acompañarlos y prepararlos de la mejor manera.
Usuarios actualmente alojados en el Módulo de alcohol: 12 hombres, 2 mujeres
Media de edad: 40 años
2 usuarios en la recepción de emergencia
3 usarios en el proceso de reintegración