
A partir del 16 de junio, Dianova lanza una campaña internacional para concienciar sobre la necesidad de considerar los servicios de adicción como servicios sanitarios esenciales – una de las imágenes animadas de la campaña de Dianova
Declaración de Dianova International– La inesperada irrupción del Covid-19 en todo el mundo ha revelado lo crucial que es tener sistemas de salud fuertes y bien preparados. La salud es una responsabilidad común demasiado importante como para que alguno de nosotros la deje a un lado.
Muchos sistemas de salud de países de altos ingresos han estado al borde del colapso, mientras que los hospitales han estado luchando contra crecientes infecciones. Sin embargo, ahora que la mayoría de países europeos están viendo una «disminución sustancial» en los casos y el resto del mundo se prepara para enfrentar el pico de infecciones, algunos gobiernos están empezando a sacar sus propias conclusiones, desde la necesidad de fortalecer la atención primaria hasta la necesidad de terminar la sobredependencia en cadenas de suministros offshore.
Personas que usan drogas y el Covid-19
La pandemia ha revelado numerosas disfunciones en nuestros sistemas de salud y atención. Desafortunadamente, estas disfunciones han afectado principalmente a los más vulnerables. Entre ellas, las consecuencias relacionadas al Covid-19 parecen tener un costo particularmente alto para las personas que sufren de adicción y trastornos por uso de sustancias, así como para aquellas que están en recuperación.
De acuerdo con el Informe Mundial sobre Drogas 2019, unos 35 millones de personas, en alza en comparación con una estimación anterior de 30,5 millones reportada en 2016, se ven afectadas por trastornos relacionados al consumo de drogas y requieren tratamiento y servicios de mitigación de daños.
Los últimos datos disponibles también indican un número sorprendente de muertes: 585.000 personas murieron como resultado del uso de drogas en 2017.
Es probable que los desafíos engendrados por las órdenes de «quedarse en casa» hayan tenido efectos negativos en las personas con trastornos por uso de substancias o en recuperación, incluyendo un mayor consumo de drogas o alcohol, riesgos de sobredosis y recaídas.
Además, como se enfatizó en un informe del Centro Europeo de Seguimiento de Drogas y Adicciones a las Drogas, las personas que usan drogas enfrentan riesgos adicionales de infección por Covid-19 en comparación con la población general, debido a factores de estilo de vida y problemas de salud preexistentes. Ejemplos de estos incluyen: la alta prevalencia de enfermedades pulmonares crónicas entre pacientes en tratamiento, y la del VIH, infecciones de hepatitis viral y cancer de hígado, que conducen a sistemas inmunológicos debilitados, entre las personas que se inyectan drogas.
Asimismo, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la salud señaló que, en el contexto actual del Covid-19, las personas que usan drogas tuvieron que enfrentar, o aún enfrentan, necesidades específicas, debido a la criminalización, el estigma, la discriminación, la marginación social y mayores vulnerabilidades económicas y sociales, incluidas la falta de acceso a una vivienda adecuada y atención médica.
Luego concluyó destacando la necesidad de reconocer a los grupos vulnerables de personas que usan drogas como una población de alto riesgo para mitigar la propagación de la pandemia.
Por último, aunque se estima que aproximadamente un tercio de todas las personas que usan drogas son mujeres, se informa consistentemente que estas últimas tienen un mayor riesgo de contraer el VIH y otras infecciones y mayor riesgo de sufrir de violencia de pareja que las mujeres de la población en general. También es probable que este fenómeno se exacerbe en estos tiempos de crisis.
Otros problemas de salud mental también están muy extendidos: se estima que una de cada cuatro personas en el mundo se verá afectada por trastornos de salud mental en algún momento de su vida, colocando dichos trastornos entre las principales causas de mala salud y discapacidad en todo el mundo. Esta situación parece haber empeorado por la pandemia: las medidas de confinamiento y la recesión económica resultante han afectado negativamente la salud mental de muchas personas y creado nuevas barreras para las personas que ya padecen enfermedades mentales y trastornos por uso de sustancias.
Servicios de adicción, servicios esenciales
Los trastornos por consumo de sustancias son condiciones que amenazan la vida de las personas y la prevención de la adicción, el tratamiento, los servicios de reducción de daños y los servicios de reintegración son más necesarios que nunca. En medio de una crisis de esta proporción, los consejeros de adicciones de la red Dianova, como la mayoría de los otros profesionales de adicciones, han llevado a cabo su misión y las tareas diarias de manera diligente, multiplicando las acciones de protección preventiva. Los centros de salud de las comunidades terapéuticas de Dianova y otros servicios de atención de adicciones han tomado precauciones muy estrictas para mantener seguros a sus beneficiarios y al personal, ya sea suspendiendo nuevas admisiones o limitándolas a pacientes sometidos a controles o en cuarentena. En todas partes, se han puesto en práctica los procedimientos de prevención contra el Covid-19, todos los miembros del personal permanecen vigilantes y siguen debidamente los protocolos esenciales de salud y seguridad y las medidas de distanciamiento físico.
Sin embargo, en muchos países, las autoridades no han podido prestar el apoyo requerido a los servicios de adicciones. En algunos casos, los sistemas de salud, inicialmente considerados sólidos, no han podido proporcionar a estos profesionales equipos básicos de protección personal o apoyo financiero para comprarlos.
Sea como fuere, nuestros profesionales en adicciones han llevado a cabo sus deberes con intelecto e integridad a pesar de estas circunstancias difíciles y a menudo peligrosas, brindando a las personas vulnerables el asesoramiento y el apoyo adecuados. Ellos siguieron trabajando.
Campaña Internacional
Para conmemorar el Día Internacional contra el Abuso de Drogas y el Tráfico Ilícito, el 26 de junio, Dianova también quisiera rendir un cálido homenaje al arduo trabajo, la dedicación y las actitudes innovadoras de todos los profesionales de adicciones en estos tiempos de duda y emergencia.
Este aniversario nos brinda una ocasión perfecta para dar un paso adelante y exigir que los servicios de adicción estén a la par con otros servicios de atención médica y que reciban niveles similares de atención y apoyo.
Si surgiera otra crisis de esta naturaleza, los servicios de adicción ya no deberían ser olvidados por el sistema de salud pública. El uso de sustancias y otros trastornos adictivos son una cuestión de salud pública y, por lo tanto, los servicios de adicción deben considerarse esenciales. Porque, como dice el lema de nuestra campaña:
Cuando todo está en pausa, algunos de nosotros debemos continuar.
La red Dianova opera instalaciones y servicios de prevención, tratamiento, recuperación y rehabilitación de adicciones en varios países de Europa, América, Asia y África, países con diferentes situaciones con respecto a la pandemia. Sin embargo, todos nuestros miembros han informado que toman precauciones muy estrictas para mantener seguros a sus residentes y al personal, al tiempo que brindan la mejor atención a las personas que padecen trastornos de salud mental y abuso de sustancias. En todas partes, nuestro personal se toma su trabajo de manera muy personal y seria, y cada día que pasa van mucho más allá de lo que se les pide.
Solo una de las muchas lecciones, esta pandemia nos está enseñando la necesidad apremiante de reafirmar y defender el derecho universal a la salud.
Sin dejar a nadie atrás, según la Agenda 2030, es hoy un imperativo aún más relevante para construir un mundo en el que todas las personas tengan la misma oportunidad de alcanzar el nivel de salud y bienestar más alto posible. No solo las personas que viven con trastornos por el uso de sustancias tienen derecho a ser atendidas por completo, incluso y sobre todo, en tiempos de emergencia, sino también todos los profesionales que dedican sus vidas en servir a los más vulnerables.
El abuso de sustancias y otros trastornos adictivos son un problema de salud pública
Los servicios de adicción son esenciales