En Kenia, los retos y el potencial son tan grandes como África

República de Kenia

La República de Kenia es un país en África cuyo territorio se encuentra en el ecuador, cubriendo un terreno diverso y expansivo, algo más grande que Francia. En enero de 2017, el país tenía una población de 48 millones de personas. Kenia es el eje económico y de transporte de África Oriental, sin embargo, a pesar de su creciente clase media empresarial y aumento de su PIB, la trayectoria económica y de desarrollo del país se ve amenazada por la mala gobernanza y la corrupción.

A pesar de la abundancia de recursos naturales y humanos y de una tasa de alfabetización más elevada que en la mayoría de los demás países africanos, el desempleo y el subempleo siguen siendo extremadamente elevados, alrededor del 40% de la población. Hoy en día, más del 40% de los kenianos tienen menos de 15 años debido a la sostenida tasa de alta fertilidad, el matrimonio precoz y una falta de planificación familiar. El crecimiento demográfico de Kenia genera una tensión enorme en el mercado de trabajo, los servicios sociales, las tierras cultivables y los recursos naturales.

El abuso de sustancias: un problema importante que afecta a los jóvenes

Suburbio de Mathare ValleyEl abuso de sustancias es uno de los principales problemas que enfrenta el país en la actualidad, especialmente entre la población más joven. El abuso de drogas y alcohol y las conductas antisociales relacionadas han aumentado enormemente en los últimos años. Según la Autoridad Nacional para la Campaña contra el Abuso de Alcohol y las Drogas (NACADA), en los últimos veinte años el abuso de sustancias ha aumentado hasta tal punto que ahora atraviesa todos los sectores de la sociedad. Además, el abuso de sustancias está particularmente extendido entre los habitantes de barrios marginales debido a los altos niveles de desempleo, la presión de los compañeros y las malas condiciones de vida.

Los jóvenes pagan un precio elevado al abuso de sustancias: el alcohol, el tabaco y el bhang (una preparación de cannabis) son cada vez más utilizados ​​por los niños que van a la escuela, mientras que los que tienen entre 16 y 30 años son los más afectados. Hace unos años, los fármacos más frecuentemente consumidos entre los estudiantes eran el tabaco, el alcohol, el bhang y el miraa (o khat, una planta utilizada como narcótico), pero hoy el opio, la cocaína y la heroína se han añadido a la lista. El uso de pastillas para dormir, tranquilizantes, mezcla para la tos, o inhalantes como el pegamento y la gasolina es actualmente galopante especialmente entre los jóvenes de la calle. Sólo en Nairobi el 50% de los estudiantes han tomado drogas en el pasado. Según una encuesta realizada por NACADA en 2012, se estima que más del 13% de los kenianos consumen alcohol, 9% de tabaco, 1% de bhang y 0,1% de heroína.

Los suburbios crecen porque proporcionan algo que los pobres necesitan

Nairobi es la capital y el corazón económico del país, representando el 45% del PIB de Kenia. También cuenta con algunos de los suburbios más grandes y las mayores economías informales del continente. Los niveles de desigualdad de Nairobi están entre los más altos de África y una división económica escandalosa persiste entre los mundos formal e informal de la ciudad. Los suburbios de Nairobi y de otras ciudades están creciendo cada vez más año tras año. Lo mismo ocurre con la economía informal del país, que emplea a más del 80% de los kenianos, según un reciente estudio de la Oficina Nacional de Estadísticas de Kenia.

Matrix Hotel: emprendimiento en el suburbio de Kibera Los suburbios de Kenia están llenos de gente emprendedora. Pero también son lugares altamente disfuncionales, barrios de chozas y bloques de apartamentos toscamente construidos donde mucha de la población vive en un mundo de explotación.

No sólo la electricidad está proporcionada por las mafias. Lo mismo ocurre con el agua, la recolección de basura y la seguridad. El estado apenas entra. En la mayoría de los barrios de suburbios, el cuidado de la salud y la educación son proporcionados en privado por organizaciones benéficas, si es que existen. El saneamiento deficiente, la falta de agua y los brotes de enfermedades relacionados están haciendo que la vida de los residentes sea aún más difícil.

La eliminación inadecuada de los desechos representa una gran amenaza para los residentes de los barrios marginales de Korogocho debido al riesgo de enfermedades transmitidas por el agua. A pesar de que algunos aseos de pago han sido establecidos allí, el costo sigue siendo prohibitivo, forzando a los residentes a eliminar las excretas en bolsas de plástico, o «baños voladores» que se encuentran por doquier. La escena en Korogocho se reproduce en otras partes del país, donde la rápida urbanización ha significado más estructuras informales con poco o nada de agua o saneamiento

En Kenia, los desafíos que se deben afrontar son enormes antes de cumplir con el programa Visión 2030 del gobierno, un conjunto de objetivos encaminados a impulsar al país hasta el estatus de nación con ingresos medios para el año 2030 y lograr una sociedad que «garantice la igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios públicos y proporciona actividades generadoras de ingresos «.

Mejorar la educación de las niñas

Evaluación del proyecto EPT por UNESCODesde que Kenia introdujo la enseñanza primaria gratuita en 2003, las tasas de matriculación en la enseñanza primaria han aumentado hasta el 84% y se ha alcanzado la paridad de género. Sin embargo, la matrícula sigue siendo baja en la educación secundaria tanto para varones (51%) como para niñas (48%), según datos de 2012.

A pesar de los progresos significativos realizados por el país, las disparidades siguen siendo altas. En algunas regiones rurales donde los niveles de pobreza y la desigualdad de género son elevados, sólo el 19% de las niñas están matriculadas en la escuela.

En algunas comunidades rurales donde se espera que las niñas se casen temprano y se unan a los hogares de sus esposos, los padres tienen dificultades en ver cómo la educación puede beneficiar a sus hijas o a la familia.

Una niña con un libro de clase “What Can You See?”

En la educación secundaria, la baja tasa de escolarización de las niñas se debe también a los altos niveles persistentes de pobreza, especialmente en los barrios marginales urbanos y las zonas rurales. Además, como las normas socioculturales basadas en el patriarcado siguen prevaleciendo, la mayoría de las familias tienden a dar prioridad a la educación de los niños. Otros desafíos que impiden que las niñas tengan acceso a la educación incluyen factores tales como la falta de infraestructura adecuada, la implementación inadecuada de políticas, así como la prevalencia del VIH y el SIDA.

La calidad de la educación en el nivel secundario también es una preocupación ya que muchos no completan el ciclo debido a prácticas de enseñanza no sensibles al género, así como a la escasez de maestras como modelos a seguir. Las consecuencias de la desigualdad de género en la educación son dramáticas. Cuando se les niega el acceso a la educación formal, las niñas pueden crecer analfabetas y sin las herramientas necesarias para obtener los recursos económicos necesarios para invertir en la educación de la próxima generación de mujeres kenianas.

Kenia ha realizado progresos significativos en este ámbito, por lo que debe intensificar sus esfuerzos porque la  educación de las mujeres no sólo permite su empoderamiento, sino que está demostrado que es un factor importante en el desarrollo económico y social de los países.


Reducir la vulnerabilidad al abuso de sustancias en las barriadas, una por una

Más información:

En Kenia, la Fundación Slum Child, miembro asociado de Dianova, brinda un apoyo a la juventud de los suburbios con proyectos educativos y de prevención de adicciones.