Comunidades terapéuticas: desarrollo y perspectiva

chanaesLas comunidades terapéuticas (CT) son una forma de tratamiento residencial a largo plazo para los trastornos de las adicciones que surgió a finales de la década de 1950, a raíz del movimiento de recuperación por autoayuda de grupos como Alcohólicos Anónimos. Durante la década de 1960, la primera generación de CT para las adicciones se extendió por todos los Estados Unidos y, posteriormente, por todo el mundo. Hoy en día, el sistema de las CT se ha adoptado en más de 65 países.

El modelo de tratamiento de las comunidades terapéuticas

Las CT son entornos residenciales sin drogas que utilizan diversas etapas de tratamiento, que reflejan  mayores niveles de responsabilidad personal y social entre los participantes. La influencia de los compañeros, mediada a través de una variedad de procesos grupales, se utiliza para ayudar a las personas a aprender y asimilar las normas sociales y desarrollar habilidades sociales más efectivas. Las CT utilizan un enfoque orientado a la recuperación centrándose en la persona en su conjunto y en los cambios globales en sus estilos de vida, no sólo en la abstinencia del consumo de drogas.

terrebonne_autumn

El elemento esencial de este enfoque es la comunidad: las CT se diferencian de otros enfoques de tratamiento principalmente en el uso de la comunidad, es decir, su organización social, la del personal y los residentes, como agentes clave de cambio. Este enfoque se denomina a menudo «comunidad como método». Según este concepto, los protagonistas han de participar activamente en la convivencia y las actividades diarias del grupo para impulsar el cambio personal y el logro de los objetivos del tratamiento. El proceso de cambio se produce a través de una miríada de interacciones estructuradas y no estructuradas diseñadas para ayudar a los participantes a adquirir hábitos de vida saludables. El modelo de tratamiento de las CT es, fundamentalmente, un método basado en la autoayuda mutua (no sólo son los individuos que reciben el tratamiento los principales contribuyentes al proceso de cambio, sino que también asumen la responsabilidad parcial en la recuperación de sus compañeros, un aspecto importante del propio tratamiento del individuo), que se esfuerza por mantener las principales características de un entorno familiar prosocial y positivo. Esto incluye la estructura necesaria para proporcionar orden en la vida diaria; el cuidado a través de la seguridad física y psicológica; la aceptación individual y la incentivación, condicionados únicamente por la participación honesta; y la transmisión de valores saludables.

Evolución de las CT

quinta_das_lapas

Desde el punto de vista histórico, las comunidades terapéuticas constituían alternativas mutuas de autoayuda con respecto a las estrategias médicas para tratar las adicciones, y la mayoría de ellas no permitían que los participantes en el programa tomaran medicamentos de ningún tipo, incluida la metadona y la buprenorfina (medicamentos opiáceos con menor potencial de uso indebido que los opiáceos ilegales, eficaces para el tratamiento de la adicción a los opiáceos). Desde principios de la década de 1990, sin embargo, la actitud de las CT hacia los medicamentos ha ido cambiado poco a poco, reflejando la evolución de las actitudes sociales hacia el tratamiento de la toxicomanía y de las adicciones, el advenimiento de la epidemia de VIH/SIDA y el reconocimiento de la adicción, como un trastorno médico. Esta evolución se caracterizó también por un profundo cambio en las características demográficas de las personas que piden tratamiento para la adicción. En conjunto, estos avances han llevado a las CT actuales a adoptar un enfoque integral para el tratamiento abordando las demás enfermedades de los residentes y apoyando a quienes participan en programas de mantenimiento para la adicción a los opiáceos.

Varias organizaciones han ajustado sus programas o desarrollado CT modificadas diseñadas para atender las necesidades específicas de las poblaciones cada vez más numerosas con perfiles clínicos complejos y necesidades de tratamiento, como las personas que padecen al mismo tiempo problemas de salud mental, los jóvenes en el sistema de justicia para menores, adolescentes, mujeres con y sin hijos a su cargo, indigentes, etc.

¿Hasta qué punto son eficaces las comunidades terapéuticas?

Durante varios años, el National Institute on Drug Abuse (Instituto Nacional de Drogadicción) ha estado llevando a cabo estudios para ampliar el conocimiento sobre los resultados del tratamiento contra la drogadicción tal y como se proporciona normalmente en los Estados Unidos. Estos estudios recogieron datos de referencia de más de 65.000 individuos admitidos en agencias de tratamiento con patrocinio público, como los programas de CT, de mantenimiento con metadona, de abandono de las drogas de forma ambulatoria, de hospitalización a corto plazo y de desintoxicación. En estos estudios se descubrió que la participación en una CT estaba asociada con varios resultados positivos. Por ejemplo, el estudio DATOS, en el que se analizaron los resultados del tratamiento frente a la drogadicción, que es el estudio a largo plazo más reciente, mostró que aquellos que completaron satisfactoriamente el tratamiento en una CT tenían niveles más bajos de consumo de cocaína, heroína y alcohol, comportamiento criminal, desempleo e indicadores de depresión que los que tenían antes del tratamiento.

El peso de la evidencia de la investigación directa recabado de todas las fuentes, durante varios años y en muchos países, apoyan la conclusión de que las CT suponen un modelo de tratamiento eficaz y rentable, especialmente con las poblaciones más difíciles: es decir, las que tienen un consumo de drogas grave, así como problemas sociales y psicológicos. Sin embargo, a pesar de dicha cantidad considerable de investigación, las CT todavía se enfrentan a la falta de ensayos aleatorizados, a doble ciego y de control, y ésta es la razón por la que a menudo se afirma que la eficacia del modelo de tratamiento de las CT no se ha «demostrado». Dichas afirmaciones pueden tener graves consecuencias para la aceptación y el desarrollo futuro de las CT.

En conclusión, las CT sobre adicciones se han establecido en muchos países de todo el mundo, desempeñando un papel importante en el seno de los sistemas nacionales de tratamiento de las adicciones y la mayoría de ellos han sido capaces de superar las tensas relaciones que solían tener con las iniciativas de reducción de daños y los programas de terapia sustitutiva de los opiáceos (OST), permitiendo, de esta manera, mejorar la armonía entre las diferentes iniciativas.

«Para que más instalaciones europeas que proporcionan intervenciones de CT puedan tratar a los pacientes con OST, será fundamental documentar el resultado del tratamiento, así como fomentar la colaboración entre estos servicios y la revisión periódica y el seguimiento de las necesidades de los consumidores de drogas. Mientras que la OST ha demostrado su eficacia con respecto a las enfermedades y el consumo de drogas ilegales, las CT pueden contemplar las perspectivas a largo plazo de reintegración, inclusión social o abstinencia del consumo de drogas». (Vanderplasschen, Vandevelde et Broekaert, 2014, 66)


(1) The Therapeutic Community, Theory, Model, and Method – George De Leon, Springer Publishing Company (2000), p. 119 (traducción libre)

(2) Therapeutic communities for treating addictions in Europe – Wouter Vanderplasschen, Stijn Vandevelde and Eric Broekaert, European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (2014), (traducción libre)